El cuerpo de bomberos de Lugo estuvo este lunes, por momentos, colapsado ante la avalancha de llamadas realizadas por los lucenses, desde distintos puntos de la ciudad, por los efectos del fuerte viento, que llegó a alcanzar, pasadas las seis y media de la tarde, los 72 kilómetros por hora, en su pico más alto a lo largo del día, según los datos registrados por la estación meteorológica del campus.
Las rachas de viento se fueron intensificando a medida que transcurría la tarde hasta el punto de que eran ya numerosos los árboles caídos y los elementos arquitectónicos que se desprendían de las fachadas y de los tejados, sin que llegaran a registrarse víctimas de consideración por los efectos del temporal. También rodaban cajas y basura por alguna calle del centro.
Algunos de los efectos del viento se pudieron ver, por ejemplo, en la Praza de Abastos, de donde se desprendió un perfil de aluminio de su fachada. También cayeron tejas en las rúas Quiroga, Ramiro Rueda y Rei Don García, así como un cenador que había en un balcón de una vivienda de San Pedro, que voló y acabó en la calle. Además, una claraboya se desprendió en la calle Santiago, a la altura de los semáforos que están más próximos a la Volta da Viña. La claraboya llegó a ser pisada por algún vehículo que transitaba por la zona pero su caída al suelo no provocó daños personales. También llamaba la atención el desprendimiento de un tejadillo en la fachada de un restaurante chino de la calle San Roque, que cayó a plomo, sin deshacerse en pedazos, al suelo.
Hubo árboles que no aguantaron la fuerza del viento y terminaron en el suelo en la Ronda de Fingoi, así como en la Fonte dos Ranchos, Fontiñas, Castelo y la calle Tui. Otro árbol más cayó e invadió un carril de la N-640, llegando a interrumpir el tráfico en el sentido hacia Lugo durante unos momentos, coincidiendo con la intervención de los bomberos.
SARRIA. El fuerte viento que se registró ayer dejó varias incidencias en la comarca, localizadas sobre todo en Sarria y O Incio. La más importante fue la interrupción del paso del tren que cubría la línea Madrid-Ferrol, desde las siete hasta las ocho menos veinte de la tarde, debido a la caída de un árbol a la vía. En Sarria también se registraron caídas de árboles pero el suceso de mayor relevancia tuvo lugar en la calle Benigno Quiroga, donde se desplomó la barandilla de hierro y cristal de una terraza, que cayó sobre un coche aparcado. El vehículo resultó con importantes desperfectos.
También en O Incio, un árbol de gran tamaño se desplomó sobre la zona de juegos para niños del parque público de A Cruz, en un suceso que se saldó por fortuna sin daños personales.
El servicio de bomberos se colapsó ante el aluvión de llamadas por el viento
Las intensas rachas tiraron árboles en varias calles y también en la N-640, en el barrio de A Fervedoira, donde hubo que cortar un carril. Elementos de fachadas como ventanas y tejados sufrieron las consecuencias del temporal, sin que llegase a haber víctimas
