En apenas 300 metros, en pleno centro de Lugo, con la nueva adquisición, el Banco Santander pasa a contar con cuatro oficinas. Tres de ellas fueron sometidas recientemente a un profundo lavado de cara. Así tiene la de Banesto en San Marcos —la única no reformada—; su central, en la Praza de Santo Domingo; la del Pastor en la Rúa da Raíña y la del Popular en la Praza Maior.
Esa duplicidad de oficinas se registra a partir de ahora en otros municipios lucenses. A las alrededor de 40 sucursales que integran su red, entre las marcas Santander y Banesto, sumará otras 32 de Popular y Pastor e incrementará su plantilla en 127 trabajadores en toda la provincia.
Precisamente el personal está viviendo con mucha incertidumbre todo este proceso. Este jueves los delegados sindicales del Popular acudirán a la sede central del banco en Madrid para que les den explicaciones.
Para la plantilla de la entidad de la que se anunció este miércoles su compra por parte del Banco Santander llueve sobre mojado. A finales del año pasado sufrió un duro expediente de regulación de empleo, que solo en Galicia dejó a unos 300 trabajadores en la calle.
REACCIONES. Los representantes de los empleados en la comunidad gallega expresaron este miércoles su malestar por lo que definen como una operación de "acoso y derribo" al Popular, aunque se reservan decir por parte de quién.
Consideran que los organismos reguladores debieron actuar antes para frenar la brutal caída que han sufrido las acciones en la bolsa. Eso generó una fuga de fondos por parte de los atemorizados ahorradores, lo que desencadenó un problema de liquidez.
El Santander incorpora 32 oficinas y 127 trabajadores del Popular en Lugo
A finales del año pasado la entidad ahora adquirida por el grupo de Botín sufrió un duro expediente de regulación de empleo, que solo en Galicia dejó a unos 300 trabajadores en la calle
