Las flores toman los comercios lucenses

El mercado de las flores estuvo muy concurrido, aunque los responsables de los puestos se quejaron de ventas escasas. Hubo centros a partir de los 15 euros y flor cortada desde un euro
Mercado de las flores en Quiroga Ballesteros, ayer.
photo_camera Mercado de las flores en Quiroga Ballesteros, ayer.

Las berzas y ristras de ajos fueron sustituidas el viernes en el Mercado de Quiroga Ballesteros por los cubos de flores y los centros con motivo del mercado de Todos los Santos. Estuvo muy concurrido y los responsables de los puestos coincidieron en destacar lo mismo: la afluencia fue mucha, similar a la de otros años, pero las ventas se redujeron.

"Nótase que á xente cóstalle comprar. Non é que no veña a xente, que xente hai, pero a que hai compra menos. Quizás é pola crise", dice Josefa Rielo, ante la flor más típica de estas fechas: el crisantemo. Es la tradicional, pero dice que es la que sigue teniendo mejor salida y se vendía en la mayor parte de puestos a dos euros la unidad. "Aunque nalgúns postos agora xa se están vendendo a un euro", dice.

Aunque las flores más abiertas, y que por tanto tienen la previsión de durar menos, se rebajaban, así como los ramos, la mayoría de vendedores las tenían a entre 2 y 3 euros. Al margen del crisantemo -en todos los colores, desde el blanco o amarillo, hasta el púrpura- también se vendieron bien las rosas, los claveles, la clavelina y el lillium.

Para los que querían acompañar el ramo se podía encontrar todo tipo de verde, desde la esparraguera o el helecho hasta la clásica paniculata.

"Este ano véndese menos que outros anos pero os gustos non cambiaron: crisantemo e rosa é o que máis se vende", explica Héctor García.

Los centros también se podían encontrar a muy distinto precio: desde 15 euros hasta 30 o 40, en función del tamaño y del tipo de flor que lleve. Junto a los vendedores especializados en flor, que centran su actividad exclusivamente en eso, también se podían encontrar algunas vendedoras que sumaban a sus habituales piezas de carne o quesos, ramos silvestres. Si bien la práctica totalidad de esos puestos se concentraron ayer en el sótano de la plaza de abastos (que el viernes abrió aunque aún no está acabada la obra), tres o cuatro permanecieron en el Mercado, junto a los floristas.

Además de compradores, también se podía observar la presencia de curiosos que acudían a comprobar los precios y a ver la oferta. Algunos recorrieron cada puesto preguntando precios. "Cuesta lo mismo que otros años. Sí hay alguna flor más barata, pero porque ya está muy abierta, no aguanta hasta el día 1. Hoy pregunto y mañana o el lunes, compro", dijo uno de ellos.

El mercado de las flores se repetirá esta mañana y, de nuevo, el lunes. De hecho, se espera que esas sean jornadas muy concurridas porque, pese a que algunos se adelantan, la mayoría de visitas al cementerio se producen el día 1.

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