El mercado inmobiliario de Lugo despunta con modestas promociones

Con la compraventa de segunda mano agotada y sin oferta de vivienda nueva, algunos empresarios retoman la construcción ►Una inmobiliaria impulsa a través de una cooperativa un edificio cerca del centro y una promotora reactiva una obra en Infanta Elena
Zona donde una cooperativa construirá 19 viviendas
photo_camera Zona donde una cooperativa construirá 19 viviendas

El mercado inmobiliario de Lugo comienza a moverse, o al menos a dar signos de vida después de unos años de encefalograma plano. No obstante, tampoco es como para sacar al enfermo de la Uci todavía: no se ve en un horizonte próximo el inicio de grandes promociones al estilo de las que copaban el mercado en los años del boom urbanístico, sino que son las promociones más modestas las que tiran de momento del mercado. Es en esta categoría en la que encajan, de hecho, dos de las promociones que se acaban de poner en marcha hace poco, una en régimen de cooperativa en la Praza Aviador Parga Cerezo, en un solar bastante céntrico entre la Rúa Galicia y San Roque, y el edificio Duquesa, en la Avenida Duquesa de Lugo, cuya construcción ha retomado DIP Desarrollos después de cuatro años paralizada.

"Lo que está claro es que el fondo ya lo hemos tocado", explican desde la asociación de promotores de la construcción, "aunque sigue habiendo mucha cautela. Pero sí que es cierto que la tendencia ha cambiado, que ha habido un punto de inflexión tanto en el número de hipotecas como de transacciones". También es cierto que el mercado lucense tiene sus peculiaridades. La primera, que, como en todo, la crisis tardó más en notarse, pero también está tardando más en marcharse. Y la segunda, que apenas queda en el mercado vivienda nueva, porque hace ocho o nueve años apenas se construye. En estas condiciones, el negocio ha ido sobreviviendo este tiempo con la vivienda de segunda mano, pero este nicho también se ha agotado: lo poco que queda es lo de peor calidad y peores condiciones de restauración, y apenas nada céntrico.

A la vez, el grifo de la financiación sigue sin abrirse del todo. Aunque los bancos están empezando a conceder créditos, las cautelas son enormes. Por lo que se refiere a la promoción, ninguna entidad financia ya compra de suelo, por lo que los promotores que quieran volver al negocio tienen que disponer de bolsas de suelo propias. Además, exigen un número de ventas apalabradas y garantías de solvencia.

Por lo que se refiere al crédito hipotecario al comprador, no hay problema en cuestión de intereses, pero sí de condiciones: no se financia más allá del 70 por ciento del valor final, por lo que el comprador ha de tener ahorros previos, y su situación económica ha de ser garantizada.

En estas circunstancias, es el momento oportuno para las promociones modestas, no demasiado grandes. Es el caso, por ejemplo, de la que acaba de lanzar Inmobiliaria Ronda, que se ha reconvertido para la ocasión en promotora de un edificio en régimen de cooperativa de 19 viviendas en Aviador Parga. "El suelo es nuestro y ya tenemos desarrollados los estatutos de la cooperativa, todo el proyecto y hasta el presupuesto de obra. Vamos a empezar a construir en cuanto estén seleccionados los 19 cooperativistas", explica Balbino Trigo, propietario de la inmobiliaria.

De esa selección de cooperativistas se encargará directamente el banco, no ellos, ya que las hipotecas irán a nombre de cada uno de ellos y no de la cooperativa, con lo que en el momento de empezar la obra la financiación estará asegurada prácticamente al cien por cien. Hasta el momento, y apenas unos días que llevan publicitándolo, ya tienen una bolsa de 30 aspirantes a cooperativistas.

"Nuestro problema", indica Trigo, "es que la gente nos sigue pidiendo vivienda, pero no hay. Y con lo poco que se construye, de cada promoción te tocaban como inmobiliaria uno o dos pisos. Así que nos decidimos a hacer esta promoción como inmobiliaria, nosotros solo nos llevamos la gestión, el resto que se ahorre es para los cooperativistas". Además, "la seguridad es total porque si el banco no da el visto bueno a un comprador, nosotros no le vendemos. Y el pago final no se hace hasta que estén los certificados de final de obra, no hay riesgo".

OBRA REACTIVADA. Un riesgo que sí ha decidido que es el momento de asumir DIP Desarrollos, ya que es una promotora, no una inmobiliaria, como el caso anterior. Hace cuatro años decidió paralizar la construcción del edificio que ya tenía muy avanzado en Infanta Elena, y ahora ha considerado que es el momento de retomarlo: "Ya están colocados los andamios y el lunes empezamos con los cerramientos", avanza Marisol López, de DIP. No parecen haberse equivocado, porque ya tienen a gente interesada, ya que, según López, "lo que queda de segunda mano en el mercado están en muy malas condiciones y no hay vivienda nueva. Además, lo poco que queda por vender, por el centro está a unos precios muy altos, poco competitivos".

Marisol López también percibe que los bancos vuelven a dar hipotecas -"por lo que vemos nosotros, ING es uno de los que más se está soltando"-, aunque no por el 100% del precio de tasación y siempre exigiendo solvencia.

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