El lado más amargo de la fidelidad

Solo en el mes de julio, la Protectora de Animales y Plantas de Lugo recogió 51 canes abandonados en nueve concellos de la provincia
Perrera municipal
photo_camera Perrera municipal

Los seres humanos no entienden de fidelidad o, por lo menos, no de la manera en que la entienden los perros. ‘Él nunca lo haría’, aquella frase de una campaña publicitaria en contra del abandono animal repetida hasta la saciedad, sigue sin calar hondo entre los cientos de personas que continúan abandonando a su amigo más fiel. Sin ir más lejos, la Protectora de Animales y Plantas de Lugo recogió el pasado mes de julio 51 canes. En lo que va de año, el dato asciende ya a 374.

En 2015 la cifra fue mucho mayor, pues la protectora se hizo con 1.038 perros y alrededor de 160 gatos abandonados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el dato es más elevado porque hasta el 2015, 18 concellos de Lugo colaboraban con la causa. Pero este año, la mitad de ellos han dejado de hacerlo.

Y es que debido al abandono descontrolado de los canes, la Protectora decidió este año pedir a los concellos un mayor control de los animales para evitar, desde el primer momento, la lacra del abandono. Así, "solicitamos la publicación de bandos por parte de los gobiernos municipales para tener a los perros controlados", indicó el director de la Protectora, Francisco Javier García Calleja. Lamentablemente, "de esos 18 concellos que hasta el momento colaboraban con nosotros, 9 no contestaron", señaló García.

Sólo Lugo, O Corgo, Riotorto, Portomarín, A Pastoriza, Castroverde, Begonte y Becerreá siguen inmersos en la causa y mantienen un control exhaustivo de los canes para evitar el abandono animal.

MÁS DE 350 ANIMALES. Las instalaciones de la Protectora, situadas en el lugar de Codesido, en la parroquia de Santa María de Muxa, albergaban, al cierre del mes de julio. un total de 299 canes y 74 gatos. En total, el centro acoge a más de 350 animales.

García Calleja cuenta que debido a la crisis económica, las adopciones estuvieron estancadas durante mucho tiempo y muy pocas personas se decidían a darle un hogar a uno de los canes que habían sido abandonados.

Afortunadamente, esa tendencia parece que empieza a cambiar. Así, García señala que "las adopciones empiezan ahora a subir un poco". Fue a partir del mes de septiembre del año pasado cuando ya empezaron a notar un aumento considerable en el número de adopciones. Además, el control por parte de los ayuntamientos y el uso obligatorio del microchip facilita la labor de la Protectora, pues agiliza la salida del refugio de animales perdidos por sus dueños. "Se han aumentado el número de animales con microchip y eso permite contactar con rapidez con los propietarios", indica el director de la Protectora.

Sin embargo, García Calleja confiesa que, además de que en los meses de julio y agosto aumenta el abandono de animales, también disminuye el número de adopciones, ya que la gente "está a otras cosas", apunta. Desde el refugio esperan que en el mes de septiembre las adopciones vuelvan a repuntar, como ha ocurrido otros años.

FINANCIACIÓN. El refugio cuenta con cuatro vías de financiación: las cuotas de los socios, que son alrededor de 1.280; los donativos de los concellos; las subvenciones de la Diputación, que colaboran con la Protectora desde hace tres años; y los donativos en general de los particulares, tanto de pienso como aportaciones económicas. Asimismo, la Diputación cedió en 2015, por diez años, una finca de 39.000 metros cuadrados, donde los voluntarios y cuidadores de la Protectora pueden pasear a los canes.

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