El Hula realiza la primera cirugía con aplicación de quimioterapia

Esta técnica se usa para tratar tumores abdominales muy extendidos y hasta ahora solo se llevaba a cabo en el Chus
Equipo de cirujanos del Chus y el Hula durante la intervención realizada este martes
photo_camera Equipo de cirujanos del Chus y el Hula durante la intervención realizada este martes

Cirujanos del Hospital Universitario Lucus Augusti (Hula) realizaron este martes la primera aplicación de quimioterapia intraperitoneal hipertérmica que se lleva a cabo en el centro hospitalario lucense. Esta técnica, denominada Sugarbaker por el apellido del cirujano que la desarrolló, está indicada en casos de diseminación de tumores por la cavidad abdominal como consecuencia de distintos tipos de cáncer, como el colorrectal o el de ovarios.

El procedimiento consiste en una intervención quirúrgica en la que, por una parte, se eliminan todos los tumores y, acto seguido, se aplica quimioterapia a 43 grados de temperatura. En esta técnica, siempre se utiliza la aplicación de calor para potenciar la acción del citóstatico, cuya elección varía en función del tipo de tumor que causó la carcinomatosis.

Para implantar esta técnica en el Hula, las cirujanas Isabel Pérez Moreiras y María Conde se han estado formando en el Complejo Hospitalario Universitario de Galicia (Chus), el único centro público gallego en el que se venía realizando hasta ahora este procedimiento. La operación que se llevó a cabo este martes, en la que participaron las dos doctoras del equipo de cirugía del Hula, fue supervisada por el doctor Manuel Bustamante Montalvo, jefe del servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del Chus.

El equipo de cirugía del Chus volverá a participar en otra intervención con la técnica Sugarbaker que está prevista para el día 13 de este mes en el Hula. A partir de ese momento, se termina la monitorización de los cirujanos compostelanos y serán las especialistas del Hula las que la apliquen de forma rutinaria.

La técnica Sugarbaker, que fue desarrollada hace dos décadas, transformó radicalmente la forma de abordar la carcinomatosis peritoneal, que hasta ese momento tenía un pronóstico muy adverso.

Con anterioridad, el cirujano solo intervenía en el caso de obstrucciones o perforaciones; sin embargo, este nuevo procedimiento ofrece más posibilidades de curación, sobre todo en los casos en la carcinomatosis no está muy avanzada, puesto que puede acabar con las células tumorales residuales.

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