El cura de San Roque pide ayuda en la ofrenda para la obra de la capilla

El párroco demandó al santo que "ilumine" a los políticos en un acto donde la corporación municipal renovó una tradición de 1768
Misa de San Roque
photo_camera Misa de San Roque

La corporación municipal de Lugo renovó este martes la ofrenda que realiza a San Roque desde 1768, cuando la ciudad imploró protección contra la peste que la asolaba, y la celebración fue aprovechada por el párroco, José Pena Mouriz, para solicitar ayuda a las instituciones y al pueblo para costear la reciente obra de rehabilitación de la capilla. "Perdonad que mezcle esto este día, pero es así, hay que pagar. Yo no pido para mí", afirmó desde el púlpito.

Pena Mouriz enlazó la prédica religiosa con la explicación de las obras que se llevaron a cabo y de cómo el presupuesto se disparó por imprevistos. Unos trabajos que iban a costar "10.000 o 11.000 euros" alcanzaron los "60.000" porque se detectaron filtraciones. La Diputación aportó 11.000 euros —apuntó el cura en dos ocasiones— y "el Obispado no puede pagar todo porque hay muchas iglesias y hay que compartir", explicó. Por esa razón, la parroquia decidió hacer "una colecta", para lo que habilitó una cuenta en la oficina de Abanca (2080 0104 90 3040014226).

Por lo demás, Pena Mouriz agradeció la participación de la corporación en la celebración religiosa —pidió a San Roque que "ilumine" a los políticos— y reflexionó sobre el amor y sobre cómo hacer un mundo mejor. Sobre lo primero, dijo que solo el amor da sentido a la vida e invitó a "no ser frigoríficos que congelen el amor al pasar por nosotros". Y sobre lo segundo, apuntó que hay que empezar por ser mejor uno mismo, porque así habrá "un malo menos en el mundo".

Pena Mouriz estuvo acompañado por otros tres sacerdotes, uno llegado de Guinea Ecuatorial que durante este mes ejerce en el Hula; el lucense Victoriano Areñas y otro cura de origen lucense pero afincado en Madrid que se ocupó del órgano y del canto.

La representación municipal estuvo encabezada por la alcaldesa, Lara Méndez. Le acompañaron miembros del gobierno y de PP y Ciudadanos, quienes desfilaron desde el Concello, escoltados por miembros de la guardia de gala y maceros. La sobria procesión (sin música) despertó la curiosidad de los viandantes.