El Concello de Lugo estudia construir otro acceso a la N-VI para cerrar el de Calzada da Ponte

El servicio de ingeniería del Concello de Lugo trabaja en el diseño de un acceso a la N-VI en dirección a A Coruña a través de A Volta da Viña, que se quiere acometer en colaboración con otras administraciones, entre ellas el Ministerio de Fomento, titular de la carretera. Esta obra facilitaría el cierre al tráfico de la entrada actual a través de la Calzada da Ponte y podría ser usado por los numerosos vehículos que a diario la utilizan, poniendo en peligro a los peatones. 

La alcaldesa Lara Méndez confirmó este jueves el proyecto durante una reunión con representantes vecinales y empresarios de A Ponte, a quienes explicó que el Concello pretende también peatonalizar la Calzada para poner en valor el Camiño Primitivo a su paso por el barrio, declarado este verano Patrimonio de la Humanidad. 

La regidora, que no concretó muchos detalles sobre los planes y plazos de ambos proyectos, solo avanzó que están pendientes de la concesión de una ayuda por parte de la Xunta para acometer la peatonalización de la Calzada da Ponte y que se podría concretar en febrero o marzo próximos. Sin embargo, los empresarios y vecinos advirtieron de que el cierre de la entrada a la N-VI puede afectar a algún local de hostelería de la zona y, por tanto, reducir la actividad en esta parte del barrio, por lo que plantearon a la alcaldesa que, antes de peatonalizar la Calzada, se construya ese nuevo acceso a la carretera nacional.

"Queremos que se fagan as cousas dun xeito diferente ao que ocorreu coa ponte romana, que primeiro se peonalizou e despois empezouse a traballar para minimizar os efectos",  explicó Miguel Carballal, presidente de la Asociación de Veciños de San Lázaro y que también es empresario en el barrio.

Carballal también explicó que le trasladaron a Lara Méndez las demandas relacionadas con el tráfico en el barrio que llevan años planteando al Concello y que la regidora se comprometió a analizar. 

Según explicó el representante vecinal, ahora se registran dos cuellos de botella en el acceso al Club Fluvial y en el de Polusa, por lo que plantean la creación de dos rotondas en Estrada Vella de Santiago, una junto al puente romano y otra a la altura de la Rúa Brétema, para facilitar así el giro de turismos y vehículos pesados. Además, la alcaldesa se comprometió a celebrar en primavera una reunión en el barrio con los vecinos.