El Concello de Lugo cerró 2015 con 16 millones de euros de difícil cobro

El PP ve preocupante la cifra y el servicio de Intervención insta a mejorar la recaudación
Oficina de recaudación municipa.ARCHIVO
photo_camera Oficina de recaudación municipal, en la Ronda da Muralla

El Concello de Lugo cerró el año 2015 con superávit, pero también con 32 millones de euros pendientes de cobro, de los que, a esa fecha, 16,5 millones eran considerados ya de dudoso cobro. La dificultad de ingresar esos derechos reconocidos se calcula en base a unos porcentajes que la ley establece en función de la antigüedad de la deuda.

Por ejemplo, el Concello tiene 14,4 millones de euros pendientes de cobro correspondientes al ejercicio 2015 y se calcula que son de difícil ingreso el 10%. De los 3,8 millones de 2014 se estima que se puede recuperar el 50%; de los 2,4 millones de 2013, el 92%, el mismo porcentaje que del dinero que está pendiente del periodo 2010-2012, mientras que de los 6,4 millones del año 2009 o anteriores el 100% son considerados de difícil cobro.


La elevada cifra de los saldos de dudoso cobro es uno de los datos de la cuenta que preocupa al PP


Los datos forman parte del informe de Intervención que acompaña a la liquidación de la cuenta general municipal, que revela que el Concello terminó 2015 con 7,6 millones de euros de superávit en términos de contabilidad nacional. Significa que esa es la capacidad de endeudamiento que tiene la administración local sin poner en riesgo la estabilidad presupuestaria. Diferente es el remanente de tesorería, que es el resultado de los derechos pendientes de cobro, las obligaciones pendientes de pago y los fondos líquidos.

La elevada cifra de los saldos de dudoso cobro es uno de los datos de la cuenta que preocupa al PP. Y no solo al grupo político, porque en el informe de Intervención se apunta la necesidad de intentar mejorar los índices de recaudación de los últimos ejercicios, especialmente los relativos a los derechos reconocidos en vía ejecutiva, para que no prescriban.

En este sentido, la interventora accidental señala la conveniencia de analizar la ejecución del contrato que el Concello tiene con una empresa privada para tareas de gestión recaudatora, inspección y gestión catastral. La técnica ve necesario incrementar la labor del inspector para lograr que afloren objetos tributarios que puedan estar ocultos. Asimismo, recuerda la pertinencia de actualizar las ordenanzas fiscales de los servicios de naturaleza ordinaria (como podría ser el abastecimiento y el saneamiento) para evitar déficits que comprometan la estabilidad.

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