El Concello le debe a la empresa concesionaria del transporte urbano de Lugo más de 1,8 millones de euros al no haber abonado desde principios de año las facturas que le remitió la empresa debido a discrepancias contables. El dato fue dado a conocer por el grupo municipal de Ciudadanos, cuyos concejales aseguran que desde principios de año la firma concesionaria, perteneciente al grupo Monbus, presenta facturas con Iva, pero que no son abonadas debido a que el interventor municipal considera que se trata de subvenciones al transporte urbano, para compensar el déficit entre la recaudación por billetes y el coste total del servicio, por lo que no es necesario pagar ese impuesto.
Además, la concesionaria, que renovó el contrato con el Concello en junio, siguió a partir de ese mes facturando con Iva, por lo que en tanto no se resuelva esa discrepancia contable la deuda seguirá incrementándose a razón de unos 180.000 euros al mes.
Los problemas por la facturación entre el Concello y la empresa del transporte urbano no quedan ahí. La alcaldesa firmó el pasado mes un decreto en el que le pide a la concesionaria que justique unas facturas por importe de casi 4.500 euros derivadas de la reparación y mantenimiento de dos buses que habían sido alquilados para sustituir a otros vehículos que por su antigüedad habían sido retirados del servicio.
La alcaldesa firmó el pasado mes un decreto en el que le pide a la concesionaria que justique unas facturas de 4.500 euros derivadas de la reparación y mantenimiento
En el decreto se detalla además que uno de buses alquilados había sido matriculado solo un mes antes de incorporarse a la flota municipal, a pesar de lo cual durante el primer mes de servicio tuvo que pasar por el taller para realizarle trabajos de reparación y mantenimiento por importe de casi 700 euros, mientras que en el segundo mes las facturas subieron a casi 900 euros.
"Compre que se xustifiquen as reparacións facturadas nos dous vehículos alugados, tendo en conta que han de tratarse de vehículos que se supoñen en perfecto estado de funcionamento para a prestación do servizo (por cada uno dos cales o Concello paga mensualmente 3.192 euros máis Ive)", se indica en el decreto y en el que se añade que "chama a atención" el otro vehículo alquilado, con una antigüedad de más de nueve años, por el que solo en el mes de mayo se facturaron por reparaciones más de 2.000 euros.
La empresa justificó con posterioridad las facturas de estos dos vehículos detallando costes de limpieza interior y exterior, por la que se cobró 418 euros al mes por vehículo, así como de cambios de filtro, aceite, pastillas de freno, luces, revisión de extintores e, incluso, por la reparación de la puerta delantera, en este caso en el bus que apenas tenía un mes de antigüedad.
La empresa facturó al Concello por reparaciones y mantenimiento de la flota de buses casi 90.000 euros
El decreto de la alcaldía también insta a la empresa concesionaria a que aclare la necesidad de realizar reparaciones graves en otros buses de la flota municipal, en algunos casos por importe de casi 10.000 euros, y que no fueron previamente solicitadas ni comunicadas al Concello, a pesar de que sí se pidió permiso para otras de inferior cuantía. De hecho, en abril y mayo, últimos meses de vigencia del anterior contrato, la empresa al Concello facturó por reparaciones y mantenimiento de la flota de buses casi 90.000 euros. Desde junio, la concesionaria asume el coste del mantenimiento y cobra al Concello por kilómetro recorrido.
La petición de justificación de facturas a la empresa por parte del Concello no es la primera vez que se produce, ya que el pasado verano pidió que se aclarasen las reparaciones realizadas en varios autobuses entre septiembre y diciembre de 2015 y que sumaban más de 146.800 euros.
En aquella ocasión, al Concello le llamaba la atención los importes facturados en algunos vehículos, como uno que en cuatro meses dejó minutas por importe de casi 17.000 euros, mientras que otro aún más nuevo dejó un gasto en talleres de casi 10.000 euros.
CIUDADANOS. El grupo de Ciudadanos considera que la facturación de la concesionaria del transporte urbano es una "exemplo claro de despilfarro e falta de control sobre os servizos externalizados", ya que considera que en el caso de los buses alquilados no se entiende cómo pueden facturarse reparaciones al tratarse uno de ellos de un vehículo recién estrenado.
