El gobierno local, que no gana para sobresaltos en la renovación de las concesiones, tiene otra patata caliente a la vuelta de la esquina. Dentro de seis meses vencerá el contrato que le supone un mayor desembolso a las arcas municipales, el de la recogida de basura y la limpieza viaria, que asciende a 7,3 millones de euros anuales.
El equipo de gobierno prevé trocear la concesión en varios contratos diferentes y reducir su duración, en vez de adjudicar el servicio íntegramente como el que aún está en vigor, que es por diez años, según dio a conocer el concejal de desarrollo sostenible, Daniel Piñeiro, que ya ha mantenido reuniones con los técnicos para elaborar los pliegos de condiciones. La hipótesis que maneja es separar por un lado el servicio de limpieza, que podría ser una adjudicación por cuatro años, por otro el de la recogida de basura e incluso contempla el del desbroce.
El gobierno local pretende tener un mayor control e introducir novedades como cláusulas de modificación o renting para la maquinaria
ARGUMENTOS. Daniel Piñeiro puso como ejemplo el Ayuntamiento de Madrid, encabezado por Manuela Carmena, que recientemente dividió este servicio en tres. Los motivos para este cambio de planes son varios. Uno de ellos es que el Concello de Lugo pretende tener un mayor control sobre la prestación del servicio, lo que, a juicio del concejal de desarrollo sostenible, resulta más difícil cuando es una concesión tan amplia y prolongada.
La normativa europea también estará presente en la redacción de los pliegos. En el horizonte del 2020 se contemplan sistemas selectivos de recogida del 50% de la materia orgánica, el denominado quinto contenedor. Por otra parte, en los planes de Sogama figura instalar una de las siete nueve plantas que pretende construir en los próximos años en Galicia.
El edil advierte de que ante la incertidumbre de cómo se desarrollarán estos proyectos se prevé incluir en los contratos cláusulas de modificación. Otra novedad sería recurrir al renting en vez de comprar maquinaria, pues considera que de la que se dispone está en buen estado.
El gobierno local, que no contempla remunicipalizar el servicio porque considera que el Concello no tiene capacidad para asumirlo —el pleno lo acordó en junio a propuesta del BNG—, cuenta también con que la renovación del servicio le va a costar más dinero, debido a la actualización de los costes y de las retribuciones del personal.
