El Concello anunció este lunes que, si se hace firme la resolución de la Confederación Hidrográfica del Miño Sil (CHMS) que obliga al Concello a retirar el dique provisional realizado en el Miño para la obra de la fábrica de la luz y a pagar 180.000 euros de multa, cargará ese coste a la empresa adjudicataria de la obra, la asturiana Inca. La CHMS exime de responsabilidad a la firma, porque sostiene que el Concello, como "titular concesional" tendría que haber vigilado que la obra se llevaba a cabo de forma legal.
La CHMS estima que la retirada del dique puede costar unos 40.000 euros, pero el Concello asegura que "non cargará aos petos dos cidadáns" ni este importe ni la multa, "senón á empresa adxudicataria da concesión".
De todos modos, la resolución aún no es firme y, por tanto, de momento tampoco va a ser recurrida por el Concello. Sí por la empresa, según ha anunciado. La orden debe ser ratificado por el Ministerio de Medio Ambiente. Adega, entidad ecologista que denunció la obra, espera que el ministerio se pronuncie a tiempo para poder desmontar el dique en condiciones de estiaje del río, que se prevé para agosto. De lo contrario, habría que esperar al siguiente periodo de bajada de caudal.
Inca sostiene que el dique, que según la CHMS fue realizado 150 metros más arriba del lugar previsto, es imprescindible para una parte de la obra y, de hecho, está pendiente de que se resuelva su solicitud de legalización, trámite que la CHMS derivó al ministerio y este, a la Xunta.
