La edición más demandada de la historia de Xuvenciencia –este año solicitaron plaza 253 estudiantes de cursos preuniversitarios, 48 más que en 2016, para los 135 puestos disponibles– cruzó ayer el ecuador de la iniciativa. Este año acuden participantes de toda la comunidad autónoma, pero también de otros puntos del país. Burgos, Murcia, Madrid, Toledo, Huesca, País Vasco o Cataluña son algunos de los lugares de origen. La coordinadora de la experiencia, Mercedes Novo, señaló que los participantes están"muy motivados en general, hacen muchísimas preguntas".
El programa de esta quinta convocatoria se está cumpliendo a rajatabla, con la única salvedad de una salida prevista para el parque eólico Sotavento el pasado martes, que tuvo que ser suspendida por la huelga de transporte, ya que la empresa que se había contratado no podía comprometerse a hacer el viaje. Otras visitas previstas en el entorno de la ciudad, como el Hula, Genética Fontao o AMS Lab se cubrieron con taxis.
Aumenta la demanda de fuera de Galicia y hay participantes de Burgos, Murcia, Madrid, Toledo y Huesca, entre otros sitios
Sobre el efecto que la participación de estos alumnos preuniversitarios tiene en las cifras de matrícula del campus, Mercedes Novo señala que sí se aprecia, pero "es lento". Novo matiza que "tampoco es ese el objetivo del campus, sino que es algo colateral. El objetivo fundamental es que puedan elegir mejor cuando deciden qué estudiar". Esta docente de la facultad de Ciencias admite que en el campus científico se crea una relación más directa y personal con los profesores "y les cuesta menos preguntar e informarse".
Las cifras que manejan de ediciones anteriores muestran que mientras que la proporción de alumnado total entre los campus de Lugo y de Santiago es del 20% y del 80%, respectivamente, entre los participantes de Xuvenciencia que luego se matriculan en la USC, el porcentaje que llega a la sede lucense es del 33%.
ACTIVIDAD. El programa del miércoles se desarrolló en la facultad de Ciencias, la de Administración e Dirección de Empresas (ADE) y en el Espazo de Danza.
Ciencias fue el centro de mayor actividad, con varios laboratorios experimentales. En el ámbito de la alimentación y la salud, se ofrecieron talleres para comprobar cómo influye la percepción de olores, sabores, aromas y texturas en la valoración de los alimentos, tanto consciente como inconscientemente. Relacionado con este mismo campo, se plantéo el taller denominado Tastelab. Cal prefires? en el que se simuló un estudio con consumidores para comprobar qué efecto tienen las distintas características sensoriales y las de la comercialización en la percepción de un producto. A estas iniciativas se sumó un taller sobre hábitos saludables de alimentación.
En otra parte de la facultad de Ciencias se llevó a cabo la elaboración de ácido acetilsalicílico y otro grupo de estudiantes conoció los desafíos de la robótica de servicios para desarrollar autómatas capaces de adaptarse al medio. Trabajaron con el Pioneer 3 DX y el humanoide NAO.
En la facultad de Administración e Dirección de Empresas, los participantes que se decantaron por la rama de Ciencias Sociales conocieron la técnica del Design Thinking para detectar problemas o necesidades y buscar soluciones creativas para ellas. Y no todo fue ciencia, también hubo espacio para la expresión artística a través del taller que se impartió en el Espazo de Danza de la USC.
