El bus urbano costará 360.000 euros más al año si no logra captar usuarios

La subvención para compensar el déficit fue de 2,2 millones en 2015, pero con el nuevo contrato tendría que ser de 2,5
Un bus urbano
photo_camera Un bus urbano

El nuevo diseño del transporte público que acaba de presentar el gobierno local precisará captar nuevos usuarios para evitar un incremento del déficit que acumula entre el dinero recaudado por billetes y el coste del servicio, y que en 2015, el último año de vigencia del anterior contrato, obligó al Concello a compensar a la empresa concesionaria con 2.219.000 euros. La recaudación por billetes aquel año ascendió 978.121 euros, por lo que si se repitiese esa misma recaudación con el nuevo contrato, en el se contempla que los buses recorrerán casi 1,7 millones de kilómetros al año a un precio de 2,10 euros el kilómetro, la compensación necesaria para cubrir los 3.558.240 euros del coste aumentaría hasta los 2.580.119 euros, es decir, 361.000 euros más que tendrían que salir del presupuesto municipal.

Además, el hecho de que el nuevo sistema contemple la gratuidad de los transbordos entre buses también podría suponer una merma de la recaudación en el caso de que el rediseño de líneas y el aumento de las frecuencias no consiga seducir a los lucenses para que dejen el coche en el garaje y utilicen el bus.

PLAN DE MOVILIDAD. En los primeros análisis realizados por la oposición sobre el nuevo diseño, los grupos del PP y Lugonovo se lamentaron de que el gobierno local no tuviese en cuenta ideas planteadas por el plan de movilidad, como la implantación de buses a demanda en la zona rural, la creación de intercambiadores para que los usuarios pudieran realizar transbordos o la conexión de las paradas con párkings disuasorios. De hecho, el popular Antonio Ameijide criticaba ayer que el ejecutivo tenga previsto crear aparcamientos en fincas municipales en diferentes puntos de la ciudad, pero sin haber tenido en cuenta este rediseño. Además, asegura que el recorrido de una línea de la zona rural podría llegar a costar hasta 200 euros por pasajero teniendo en cuenta las cifras de ocupación actuales.

Mientras, Santiago Fernández Rocha, de Lugonovo, criticó que no se hubiese convocado a la comisión de movilidad antes de cerrar el rediseño del bus.

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