El Brexit siembra el desconcierto entre empresarios lucenses

La decisión de los británicos de desligarse de la Unión Europea ha cogido de sorpresa a los empresarios lucenses cuyas firmas tienen relaciones comerciales con el Reino Unido y el desconcierto es la sensación más habitual. Entre las empresas exportadoras, el Reino Unido tiene un peso limitado porque está considerado un mercado complicado, en el que no es fácil entrar ni mantenerse. El objetivo común ahora es conservar el porcentaje de explotación actual y, si cuando la salida se haga efectiva se reducen los beneficios, buscar un nuevo mercado.

Eduardo Fernández del Río, director de Vriopack, explica que el año pasado la firma vendió dos contenedores grandes a una empresa inglesa y este año preparan un envío similar. No cree que nada cambie, ni para su firma ni para las otras a corto plazo, pero se ve incapaz de predecir qué ocurrirá para el momento en el que se materialice la marcha de la UE. "Ni me atrevo a decir qué puede pasar en dos años. Se dice que es una decisión inamovible, pero ya hemos visto antes cómo decisiones inamovibles se acababan cambiando", dice.

Por su parte, Rubén Chousa, de Ingapan, reconoce que, de todas las exportaciones que realiza la empresa de alimentación, el Reino Unido supone una fracción pequeña. De hecho es un mercado en el que se están posicionando en estos momentos. No se plantean retirarse, pero admite que el Brexit puede obligarles a "reconducir la estrategia" al implantarse nuevos aranceles. Aunque señala que es demasiado pronto para saber, a pocas horas de que se haya decidido, el alcance que tendrá, reconoce que es "una noticia muy preocupante".

A Tableros Hispanos, le ocurre algo similar. Ernesto Jarabo explica que sus exportaciones al Reino Unido son muy limitadas. "El año pasado la facturación fue de 25 millones de euros y las exportaciones a ese país ascendieron a 450.000 euros", señala. Así, en concreto para su empresa, no cree que vaya "a tener ninguna repercusión" porque la nueva situación implicara algún perjuicio concreto "buscaríamos otros clientes". Pero, por supuesto, adelanta cambios claros en la situación general, con subidas de tipos de interés y establecimiento de aranceles, entre otras medidas.

La Zona Sur de la provincia de Lugo vende vino al Reino Unido, pero no tanto como llegó a hacer hace años. Por ejemplo, Juan Luis Méndez, gerente de Vinigalicia, en Chantada, recuerda que "hace unos doce años, el 60% del vino que exportábamos iba a Inglaterra, empezaron a crecer los problemas y al final decidimos bajar el nivel porque era muy difícil ganar algo de dinero". Ahora solo el 2% de lo que venden fuera va a ese país, todo a una cadena de restaurantes españoles. Está convencido de que Reino Unido "se convertirá en otra Suiza".

Pedro Rodríguez, propietario de Guímaro, bodega de Amandi (Sober), coincide en las dificultades del mercado inglés. "Exportamos unas 6.000 botellas al año. En estos días saldrá un pedido para allí y, aunque las ganancias, no son muchas, la cuestión es tener presencia", señala. Apunta la posibilidad de que se produzca una subida de precios como consecuencia de la decisión de dejar la Unión Europea, lo que podría retraer el consumo de sus productos.

Fernando González, responsable de Algueira, bodega de Amadi (Sober), señala que, en su caso, las exportaciones a ese país son casi ocho mil botellas de las 120.000 que produce. La razón es doble: es un mercado difícil de trabajar y para diversificar.

Como muchos otros empresarios, sabe que, en caso de que el Brexit dificulte aún más su presencia en el Reino Unido, "perfectamente podremos vender ese vino en otro lugar o aquí". También reconoce que "el camino adoptado por los ingleses no favorece a nadie".