El barbecho forzado en el Rato enfada a los lucenses que cultivaban huertos

Los usuarios se quejan de que la Diputación no les dice si pueden o no seguir cultivando las parcelas. A algunos se les hizo una encuesta sobre la producción que obtenían de la tierra
Huertos en verano, en plena época de recolección
photo_camera Huertos en verano, en plena época de recolección

Es tiempo de empezar a sembrar los huertos, pero los lucenses que en los últimos años cultivaban las parcelas del Rato se encuentran con las manos atadas. Se lamentan de que, pese a los reiterados intentos, no logran que la Diputación diga si les autoriza o no a mantener los cultivos en esa zona verde de la ciudad.

El programa que sostenía los huertos tenía fecha de caducidad: el 31 de diciembre. Desde bastante antes de que el plazo se agotara, los usuarios han intentado contactar reiteradamente con el organismo provincial, para saber si podrían seguir o no explotando esas tierras. Se quejan de que el organismo provincial deja que pase el tiempo, sin responderles. De momento, detallan, los indicios apuntan a que la idea es cerrar los huertos. De hecho, todas las herramientas se han retirado del lugar.


Temen que se pretenda dar los huertos a una empresa, que se encargaría de realquilarlos bajo renta a los usuarios


Los usuarios cuentan que la Diputación se ha llevado todas las herramientas, también las que no son de su propiedad. Muchas eran de la entidad, pero otras eran de quienes cultivaban huertos, que optaban por dejarlas allí, igual que botas o regaderas. Ahora todo ha quedado bajo el candado de la entidad provincial, dicen.

La situación es "increíble", se lamentaba este viernes una usuaria, que relataba que la única señal de vida que ha dado la Diputación ha sido el envío de una encuesta a algunos de los beneficiarios del programa. En esta se interroga sobre asuntos cómo cuántas personas se benefician de los alimentos que se obtienen en cada parcela.

Hay usuarios que consideran "ridícula" esa encuesta. Primero, porque los huertos son tan pequeños que la recolección de alimentos, aunque valiosa e importante, no es lo que más cuenta a la hora de que una familia opte por cultivar uno de los huertos, dicen.

"Se trata de obtener algunos alimentos, pero sobre todo de desarrollar cultivos sanos, de tener un ocio activo, de poder enseñar a los niños el contacto con la tierra y de llevar una vida sana", dicen quienes están a la espera de que la Diputación les diga ya si pueden o no cultivar.

Temen que se pretenda dar los huertos a una empresa, que se encargaría de realquilarlos bajo renta a los usuarios. No les gusta esa solución, pero dicen que sobre todo urge una respuesta, porque es tiempo de plantar ajos, puerros o repollos y, si no es allí, podrían buscar terrenos en otros lugares. No entienden el silencio.

Comentarios