El presunto autor del apuñalamiento que se produjo en la madrugada del viernes de la semana pasada en el barrio de Albeiros se entregó en la comisaría de la Policía Nacional una semana después de esa reyerta.
A las pocas horas de que este se personase voluntariamente en las dependencias policiales y fuese detenido pasó a disposición judicial.
El magistrado sustituto del juzgado de instrucción número 2 de Lugo, que está de guardia, lo dejó en libertad, pero con la obligación de que se persone los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado.
El código de silencio vuelve a imperar tras una reyerta protagonizada por personas de etnia gitana. El detenido se acogió en su comparecencia judicial a su derecho a no declarar. Y además la víctima tampoco quiso presentar en su día la correspondiente denuncia.
Este apuñalamiento tuvo lugar en el edificio en el que habita la víctima, que recibió asistencia médica en el hospital Lucus Augusti tras sufrir una herida en un costado, que al parecer fue superficial.
El caso, que en principio se investigaba si podría responder a un ajuste de cuentas, se descubrió accidentalmente cuando agentes de paisano de la Policía Nacional dieron el alto al vehículo en el que iba el herido, cuando circulaba por la Rúa do Álamo, que se encuentra en el barrio de Albeiros. Ni la víctima, que sangraba copiosamente, ni sus acompañantes quisieron aclarar lo ocurrido.