El acuerdo entre las partes evitó la celebración de un juicio con jurado

El asesino de Camiño Real asume el crimen y acepta una condena de trece años

El hombre, que acabó con la vida de su esposa tras propinarle varios hachazos en la cabeza, no podrá ver a sus hijos en 25 años. También cumplirá nueve meses de cárcel por amenazar de muerte a su hija, menor de edad, quien logró escapar de la vivienda
El acusado, este jueves a su llegada a la Audiencia Provincial de Lugo
photo_camera El acusado, este jueves a su llegada a la Audiencia Provincial de Lugo

Llegó a la Audiencia Provincial de Lugo poco antes de las diez de la mañana y se limitó a responder "sí" cuando le preguntaron si se reconocía autor del crimen perpetrado el 29 de marzo de 2013 en Camiño Real. Gheorge Cornea -el vecino de Lugo de origen rumano que acabó con la vida de su esposa de tres hachazos en la cabeza- confesó los hechos ante el Tribunal y su abogada, Vanesa Teijeiro, se mostró conforme con los trece años de cárcel que solicitó la Fiscalía por homicidio. Igualmente, aceptó otra pena de nueve meses de prisión por amenazar de muerte a su hija, menor de edad.

Desde el banquillo de los acusados, Cornea escuchó sin inmutarse lo que sucedió el fatídico día en que puso fin a la vida de su esposa, Elena Dumitru. Todo comenzó sobre las 12.15 de la mañana, cuando el hombre le pidió a su mujer que lo acompañara a una habitación para hablar. Una vez allí, se abalanzó sobre ella, la tiró al suelo, se colocó encima de rodillas y la agarró fuertemente por el cuello, al tiempo que la golpeaba.

Los gritos de Elena alertaron a su hija de quince años, quien la escuchó gritar que le dolía la barriga y que se ahogaba. En un primer momento, la niña intervino y consiguió frenar la agresión, pero el hombre se fue a la cocina y regresó con un hacha de hoja recta metálica, de unos quince centímetros de largo y diez de filo.

Completamente aterradas, madre e hija salieron del piso y bajaron las escaleras hacia el portal, seguidas por el acusado, que no paraba de repetir que las iba a matar. Una vez en la planta baja, mientras la niña intentaba abrir la puerta para salir a la calle, el hombre agarró a Elena por el brazo, la arrinconó, la cogió por el pelo y, estando los dos de frente, la golpeó con el hacha. La mujer le pidió que parase, que la iba a matar, pero el acusado la golpeó dos veces más, fracturándole el cráneo.

Mientras agredía a su pareja, se dirigió a su hija y le dijo: "A ti también te voy a matar". Por fortuna, el hombre no pudo cumplir sus amenazas, ya que la niña consiguió abrir la puerta y huyó corriendo por la calle.

Acto seguido, el agresor abandonó el lugar -dejando a Elena malherida y sangrando abundantemente- y se dirigió a la comisaría de la Policía Nacional, donde confesó que había atacado a su mujer con un hacha y dijo que creía que la había matado. Efectivamente, la mujer sufrió heridas de gravedad y falleció apenas una hora después, tras ser trasladada al Hula.

Tras la muerte de Elena Dumitru, los tres hijos menores de la pareja fueron tutelados por los servicios sociales de la Xunta de Galicia, al encontrarse en situación de desamparo. En principio, se intentó que el entorno familiar de la pareja se hiciera cargo de los niños, pero las gestiones en este sentido no llegaron a fructificar y la Xunta asumió finalmente su cuidado.

Ahora, su progenitor no podrá acercarse ni comunicarse con ellos por ningún medio durante 25 años.

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