El apoyo a 30 personas sin techo se intensifica ante la bajada de temperaturas

El Fogar do Transeúnte tiene plazas libres y Cruz Roja está más pendiente de las personas que hacen vida en la calle y reparte más paquetes de pernocta, con saco térmico, gorro y bufanda
Un indigente durmiendo a las puertas de una entidad financiera
photo_camera Un indigente durmiendo a las puertas de una entidad financiera

El Concello y ONGs que prestan ayuda a personas sin hogar intensifican estos días su labor debido al bajón térmico que, al igual que gran parte del país, sufre la ciudad. El portavoz del gobierno local, Miguel Fernández, aseguró ayer que nadie duerme a la intemperie por falta de recursos. En el Fogar do Transeúnte hay plazas libres y el Concello tiene acuerdos con hostales y pensiones para caso de necesidad.

Aunque de vez en cuando se ve a alguna persona pasando la noche en un cajero, en el portal de un comercio o en casas abandonadas, en Lugo no son muy frecuentes estas situaciones, según explican las entidades que trabajan con esta población. Quienes se ven en esa situación suelen ser personas que viven de forma transeúnte, de ciudad en ciudad. El número de personas sin hogar que reside de forma permanente en Lugo oscila entre 30 y 40, según los registros de Cruz Roja, que es la entidad que más de cerca y más intensamente trabaja con ellos, en muchos casos en colaboración con la asociación Alume, porque son frecuentes los casos de enfermedad mental.

Es frecuente que estas personas rechacen recursos públicos y pocas veces acaban acudiendo a dormir al Fogar do Transeúnte. «Moitos perciben axudas coas que pagan pensións ou incluso un piso compartido, alomenos parte do mes. Nos últimos días si adoitan aumentar algo as pernoctacións no Fogar», explica la concejala de bienestar social, Ana González. En todo caso, la edil señala que, cuando llega el invierno, se manda una circular a la Policía Local para que esté especialmente atenta a los sin techo. «Acompañados da Policía, poden ir ao Fogar á hora que sexa», explica.

Cruz Roja también intenta estar más pendiente de estas personas e interesarse por ellas si pasa tiempo sin verlas y reparte más paquetes de pernocta. Los pequeños equipos con saco de dormir térmico, esterilla, gorro y bufanda -de los que en las últimas semanas ha entregado 30- son muy solicitados porque, aunque no sea para dormir al raso, se les da mucho uso. Los sin techo pueden comer en los comedores de Cáritas y el Fogar do Transeúnte y cenar en este.

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