El albergue de A Ponte reabre y estimula la actividad en el barrio

Roots&Boots vuelve a ofrecer alojamiento 'low cost' al pie del río y en plena ruta jacobea
Albergue privado de A Ponte.
photo_camera Albergue privado de A Ponte.

En una ubicación privilegiada y flanqueado por el puente romano y el río Miño, se encuentra el único albergue privado de Lugo: el Roots&Boots, que acaba de reabrir tras unos meses de inactividad por un problema burocrático. Este emplazamiento, que se encuentra en el kilómetro 101 del Camino Primitivo, pasa por ser una de las mejor opciones que se pueden encontrar los peregrinos para alojarse durante su travesía hasta Santiago de Compostela, según aseguran algunos.

En la línea de los hoteles ‘low cost’ tan habituales como existosos en el resto de Europa, el Roots&Boots ofrece a los turistas alojamiento por 10 euros, en el caso de compartir habitación, o de 12 a 14 euros si es cuarto privado.

El encargado del establecimiento, Jorge Castro, comenta cómo son los clientes habituales del Roots&Boots. «Llegan peregrinos y turistas de todas las partes del mundo: coreanos, rusos, suecos, ingleses... Pero la verdad es que no hay ningún tipo de perfil específico», apunta Castro.

Algunos de los más habituales son peregrinos jóvenes, como Sergio y y Borja Granell, dos hermanos de Sagunto (Valencia) que, junto a otros dos amigos, decidieron alojarse en este albergue para hacer una parada en su peregrinaje.

El albergue dispone de un código 24 horas, un sistema con el que los huéspedes pueden entrar y salir siempre que quieran

«Decidimos parar en Roots&Boots por su relación calidad-precio y porque era de los pocos sitios que nos permitían estar los cuatro juntos en una habitación», comentan mientras degustan dos raciones de pulpo y un par de bocadillos.

El hostal tiene cinco habitaciones, ya sean compartidas o privadas, con 40 plazas, además de disponer de los servicios de wificocina, lavadora y sala de estar, entre otros.

Código 24 horas

Pero si hay algo que destacan positivamente los turistas es el código 24 horas. «Con este sistema, el cliente puede entrar y salir a cualquier hora», comenta el encargado. Los usuarios agradecen esa «libertad total» que les proporciona este método de entrada y que no encuentran en los albergues públicos.

Los clientes también disponen de un párking público para coches y de un espacio para bicicletas. Castro destaca, sobre todo, la ubicación del establecimiento, que inclina a los clientes a quedarse por la zona. «La belleza de la zona hace que decidan quedarse por aquí en vez de subir hasta el centro de la ciudad. Estar en el Camino Primitivo nos ayuda mucho, ya que es una vía que crece un 7% cada año en número de peregrinos», asegura Castro.

Ahora que empieza la temporada de verano, cada vez son más los turistas que reservan habitaciones en Roots&Boots a través del sitio oficial o de webs de viajes. Pero para cuando se acerque la época de menos clientes, desde el hostal ya tienen pensado la manera en la que van a enfocar el negocio. La clave será La Cervecería, el bar de raciones ubicado en la planta baja y que en realidad ya se ha convertido en una alternativa más en una zona con gran tradición de chateo.

«En ningún momento queremos dejar de lado el servicio de alojamiento, pero queremos potenciar Roots&Boots como un lugar más al que la gente de Lugo pueda venir de pinchos y tapas. Además, durante todo el año ofrecemos raciones de productos típicos como el pulpo», explica el encargado. La dirección sopesa también la idea de ofrecer anguilas, aprovechando la proximidad y el reclamo del Miño.

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