Varios colectivos promueven la rehabilitación para museo galaico-romano

El agua destruyó durante estos años la cubierta oeste de San Fernando y amenazó una planta

Concello y Xunta salvaron el forjado, pero deben sustituir toda esa ala de tejado del cuartel
Un obrero en la cubierta oeste del antiguo cuartel y la visita de las autoridades a las obras
photo_camera Un obrero en la cubierta oeste del antiguo cuartel y la visita de las autoridades a las obras

El cuartel de San Fernando lleva once años cerrado, desde que fue adquirido por el Concello y la delegación de Defensa dejó el edificio, y la falta de atención que ha tenido en este tiempo, en el que la Xunta ha demorado la recepción del inmueble, ha tenido sus consecuencias. Las obras iniciadas el mes pasado para frenar el deterioro del antiguo cuartel van a tener mayor alcance del previsto porque será necesaria la sustitución de toda la cubierta oeste, la que más impacto de agua recibió en estos años. El tejado ya está levantado, de hecho.

Segun explicó este lunes el director de obra, Benigno Jáuregui, gerente de la empresa municipal de vivienda y suelo (Evislusa), la intervención llegó justo a tiempo para salvar el forjado de esa ala del edificio. "Estaba a punto de virse abaixo. Chegamos xusto no momento axeitado para suxeitalo".

Los trabajos programados en el edificio no son de gran envergadura, sino los justos para intentar asegurar su estructura, dado que la Xunta aplazó sin fecha su rehabilitación para centro gallego de la romanización. Las obras tienen un coste de 180.000 euros y son financiadas a medias por el Concello y la Xunta.

Los trabajos, adjudicados a la empresa Portosar Galicia, consisten en actuaciones en la cubierta y en los huecos de las fachadas, para evitar la entrada de agua de lluvia. Se completa con la colocación de bajantes y su conexión a la red de evacuación de aguas del cuartel, que estaba muy deteriorada. También están previstos trabajos de apuntalamiento, refuerzo y, si es necesario, sustitución de piezas de madera dañadas, en aquellas zonas más castigadas.

Además, ya se demolieron las antiguas caballerizas, que estaban en la parte del edificio que da a la Rúa Quiroga Ballesteros.

FACHADA. La previsión es que los trabajos estén terminados a finales de noviembre, pero está por ver cómo quedará la fachada. En principio solo se iban a arreglar los desconchados, pero con las obras, la pintura ha sufrido un deterioro muy importante. El gobierno explicó que se está valorando el coste de pintar todo el exterior y la obtención de permiso de Patrimonio.

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