El arranque del curso coincidirá también con el inicio de obras en algunos centros de la capital. Es el caso de los institutos Lucus Augusti y Ollos Grandes, que comparten un pabellón deportivo que la Consellería de Educación se dispone a reformar para paliar las importantes deficiencias que sufría la instalación.
Educación anunció este martes que ha contratado ya las obras de arreglo del pabellón, por 274.912 euros. Las obras se compatibilizarán a partir de este mes con el desarrollo del curso escolar, "sempre baixo as máximas medidas de seguridade", apuntó la consellería que dirige Carmen Pomar.
Los trabajos de reparación tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y se centrarán en la renovación del suelo de la instalación, muy dañada.
VESTUARIOS. Los trabajos se complementarán con la reforma y acondicionamiento de los vestuarios del instituto Ollos Grandes.
El pabellón que comparten esos dos institutos de la ciudad sufría un importante deterioro desde hace años y su mal estado había provocado incluso concentraciones de protesta de los estudiantes, que reclamaban la reposición del suelo y la reforma de los vestuarios, las obras que finalmente se van a ejecutar ahora.
Las reclamaciones de alumnos se dispararon después de que, ya en 2018, un alumno sufriera un accidente que se atribuyó al mal estado del suelo de una instalación que tiene más de cincuenta años de antigüedad.
Educación decidió incluir la reparación del pabellón de esos dos institutos de la capital en el plan de obras a ejecutar este verano. En concreto, esos trabajos se incorporaron al plan de actuaciones una vez que, a consecuencia de la crisis del Covid, la Xunta acordó incrementar en 30 millones de euros los fondos para hacer mejoras en instalaciones educativas de toda la comunidad.
Los trabajos se centrarán, como estaba previsto y como reclamaban los alumnos, en el cambio del suelo de la instalación deportiva y Educación concretó que se instalará un sistema de pavimento ventilado.
Esa solución encaja con una de las demandas que planteaban los alumnos de esos dos institutos lucenses, que denunciaban que la falta de aislamiento del suelo provocaba también que las temperaturas fueran muy bajas en la instalación deportiva durante el invierno, lo que complicaba su uso en esa estación.
