Un edificio en esqueleto de la Ronda se podrá acabar once años después

La histórica casa de Pita era un símbolo de feísmo del centro después de que la crisis del ladrillo dejase inacabada la obra de reconstrucción

Edificio situado en el cruce de Pastor Díaz con la Ronda. XESÚS PONTE
photo_camera Edificio situado en el cruce de Pastor Díaz con la Ronda. XESÚS PONTE

La Ronda verá eliminado en el plazo de dos años uno de los peores ejemplos de feísmo que afectan a la muralla y que propicia el edificio inacabado que hay en la confluencia con la calle Pastor Díaz y que históricamente se conocía como la casa de Pita. La junta de gobierno local acordó este miércoles dar licencia a la empresa Viravolta SL para finalizar la ejecución de una obra que lleva parada desde el año 2008.

Los nuevos impulsores de la obra llevan más de tres años esperando por el permiso municipal para ejecutar un proyecto que afecta, además de al inmueble número 49 de la Ronda, a los números 2 y 4 de Pastor Díaz.

Los promotores llevaban tres años de espera por el permiso municipal, tiempo en el que llegaron a entrar okupas en el edificio

El proyecto validado prevé la creación de un nuevo edificio de tres plantas de sótano dedicadas a garajes y de una planta baja que será de semisótano hacia la Ronda, que se dedicará a locales comerciales. Además, habrá cinco plantas altas y aprovechamiento bajo cubierta en el número 2 de Pastor Díaz; tres plantas altas y aprovechamiento bajo cubierta en la fachada que da a la Ronda para un total de nueve viviendas, así como cinco plantas altas, en el número 4 de Pastor Díaz, con portal independiente, para otras cinco viviendas.

El presupuesto de la obra asciende a 1.204.630 euros y el plazo de ejecución será de 30 meses.

La rehabilitación de este edificio catalogado se inició en el año 2006 y, después de haberse desmontado parte de la fachada y colocado una estructura de hierro, se paró la obra en 2008 con el objetivo de incorporar el solar contiguo. Finalmente las negociaciones no fructificaron y, con la llegada de la crisis del sector inmobiliario, la promotora renunció a la obra, por lo que el edificio, sobre el que había un acuerdo de permuta, volvió a manos de sus propietarios.

Además, en 2015, el Concello llegó a decretar la caducidad de la licencia por no haberse ejecutado en los plazos previstos, aunque el gobierno aseguró entonces que se iba a instar a los promotores a pedir una nueva licencia para finalizar la obra, ya que en la zona Pepri, que afecta a este edificio, se prohíbe dejar obras inacabadas.

Los actuales promotores presentaron al año siguiente una nueva solicitud de licencia, cuya concesión se dilató más de tres años , un retraso al que contribuyó el atasco que se generó en el servicio de arquitectura municipal por la falta de personal. Durante este tiempo, los vecinos llegaron a denunciar la presencia de okupas en el edificio inacabado.

Número 48. Una ejecución subsidiaria en el edificio contiguo
El edificio número 48 de la Ronda, anexo al que acaba de recibir la licencia de rehabilitación, está pendiente de unas obras de mantenimiento ordenadas por el servicio de urbanismo municipal y que van a ser ejecutadas de forma subsidiaria por parte del Concello. El portavoz del gobierno en funciones, Miguel Fernández, explicó ayer que el expediente de este edificio, que acumula varias órdenes de ejecución, está todavía en fase de tramitación.

Pepri. Un proyecto de rehabilitación polémico porque se permite dar una altura más

La histórica casa de Pita, que data de principios del siglo XX, era un singular edificio de estilo francés que estuvo varios años apuntalado ante el riesgo de desplome de la fachada que da a la calle Pastor Díaz. En el año 2003 se anunció la rehabilitación del inmueble, aunque la polémica surgió cuando se supo que el proceso de rehabilitación modificaría en parte la actual configuración del edificio, ya que el Pepri permite añadirle una planta más.

El proyecto básico, que había sido presentado por la firma Vilela SL, había generado preocupación en algunos sectores, sobre todo entre arquitectos, ya que proponía una solución agresiva con la actual estructura del edificio, al suprimir la zona abuhardillada (mansardas) que lo caracteriza y rematarlo con una especie de torre cuadrangular como la realizada en el edificio de nueva construcción contiguo.

No obstante, el Concello advirtió entonces que el Pepri protegía las mansardas y daba al edificio una protección de nivel 3. Pese a ello, el plan permite añadirle una planta más, lo que algunos arquitectos consideraban contradictorio.

El proyecto que acaba de recibir el visto bueno de la junta de gobierno contempla la pretensión del primer promotor de dar una planta más al edificio y aprovechar el bajo cubierta en la fachada que da a la muralla, por lo que se creará una alineación con edificio de enfrente, pero no con el contiguo, el número 48, otra histórica casa que está también pendiente de ser rehabilitada.

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