Se cambiarán todos los contenedores de Lugo y se colocarán 400 más; se incorporará uno específico de color marrón para la basura orgánica y para esta también habrá composteros comunitarios e individuales; habrá depósitos para aceite doméstico y para textil; funcionarán dos puntos limpios móviles, además del fijo de O Ceao; se contratará a 35 trabajadores más, hasta 180, y la firma prestadora del servicio de limpieza y recogida de basura tendrá que dar cuenta diariamente al Concello de cuántos trabajadores y máquinas tiene en la calle y de qué hacen. A mayores, habrá inspecciones y la empresa tendrá que presentar una auditoría trimestral.
Son algunos de los datos que sirven para ilustrar el cambio que se espera que dé el aseo urbano en los próximos meses tras años sufriendo deterioro, en parte debido a que el contrato con Urbaser —de 1996, aunque con varias modificaciones— llevaba caducado desde 2017. Renovarlo no fue fácil, por dificultades internas y factores externos, como los sucesivos recursos de las empresas que competían por él, pero las nuevas adjudicatarias (Copasa, Geseco y Setec Building) pudieron empezar a trabajar al fin esta semana, bajo el nombre de EcoLugo.
Este martes, la alcaldesa, Lara Méndez, y el edil de medio ambiente, Miguel Fernández, comparecieron en la Praza Maior con un grupo de trabajadores y con algunos de los materiales recién incorporados para recordar, una vez más, todos los cambios que se avecinan en el servicio e insistir en la necesidad de que los ciudadanos se conciencien y colaboren en el cuidado del medio ambiente y de la ciudad. Para eso se habilitará una oficina de atención al público y de formación ambiental en Clérigos.
El personal de EcoLugo —133 trabajadores que han sido subrogados— ya luce nueva vestimenta y dispone de algunos materiales nuevos, como desbrozadoras, sopladoras, carritos y un tractor desbrozador, pero el resto de los equipos irán llegando poco a poco y en función de eso se irán poniendo en marcha los nuevos servicios, como los puntos limpios móviles, y contratando a más personal.
Los contenedores, incluido el exclusivo para basura orgánica, empezarán a llegar en octubre, explicó la alcaldesa. EcoLugo se ocupará de buscar una empresa autorizada para trasladar y compostar los residuos del contenedor marrón, un gasto que entra dentro de los algo más de 11 millones de euros que EcoLugo recibirá al año del Concello. Es el doble del presupuesto que se destinaba hasta ahora al servicio de limpieza y recogida de basura.
EcoLugo opera de momento desde una nave alquilada en O Ceao, pero en el plazo de un año debe disponer de una nave propia en una parcela municipal de As Gándaras, con planta de biogás, para abastecer su flota y la del Concello. La empresa tiene que renovar en ocho meses las 102 máquinas y equipos auxiliares de limpieza y los 29 camiones de recogida de basura, que no podrán ser de combustibles fósiles. Se busca una ciudad más cuidada, pero también medios que contaminen menos y tengan un bajo impacto sonoro.
La alcaldesa agradeció el esfuerzo que los técnicos del Concello y el concejal de medio ambiente llevaron a cabo para sacar adelante el nuevo contrato de la limpieza y se mostró segura de que este supondrá "un antes e un despois". "Situará a cidade á vangarda en limpeza, pero tamén en parámetros sociais e de sostibilidade", afirmó.
La implantación de la recogida selectiva de basura orgánica busca reducir en un 20% la generación de residuos y que se recicle el 50% del total. Está previsto instalar 30 composteros comunitarios, a los que también irán restos de poda y de jardines públicos, que gestionará EcoLugo, y se repartirán 1.114 a viviendas unifamiliares, además de 400 cubos a grandes productores de residuos orgánicos. Estos últimos tendrán una recogida diferenciada.
El gobierno local anunció que funciona ya un teléfono gratuito de atención ciudadana (900909671) para cuestiones relacionadas con el servicio de limpieza y también habrá una app para que los vecinos puedan trasladar peticiones y quejas.
El punto limpio de O Ceao amplió ya su horario, de 9.00 a 21.00 horas de lunes a sábado, y en los próximos meses empezarán a funcionar dos puntos limpios móviles.
Para optimizar el trabajo, EcoLugo dispondrá de cuatro locales repartidos por la ciudad como punto de partida de los barrenderos, frente a los dos que había antes. Estarán en Catasol, Rúa San Isidro, Clérigos y Río Ser.
El contrato obliga a quince operaciones diarias de barrido, baldeo y desbroces, a dos equipos al día en la muralla y a dispositivos especiales en función de las necesidades.
