El heredero de Xabarda, el empresario que hace años compró los terrenos que rodean la urbanización de Castro Gil (A Fervedoira) y que, según algún soporte documental, a día de hoy sigue siendo el titular de algunos de los viales de este residencial, comunicó este jueves a los vecinos y al Concello que está dispuesto a tramitar la cesión de los mismos. Este paso permitiría a la administración local hacer mejoras en las calles, que presentan un gran deterioro y traen de cabeza a los vecinos. En primavera, desesperados y en un acto de protesta, se armaron de palas y cemento y llevaron a cabo un rebacheo simbólico.
Representantes de los vecinos se reunieron este jueves por enésima vez con miembros del gobierno local para intentar desbloquear la situación en que se encuentra la urbanización y en ella también participó el propietario de los terrenos. Al frente de la reunión estuvo el responsable de infraestructuras y movilidad, el nacionalista Rubén Arroxo, y asistió también el asesor jurídico municipal.
El hijo de Xabarda, que hace unos meses llegó a pedir edificabilidad en la zona a cambio de ceder los viales al Concello, se mostró abierto a colaborar, pero explicó que él no es el único titular de los terrenos y que debe consultar la situación con el resto de los herederos. Se comprometió a ofrecer una respuesta en las próximas semanas.
Algunos viales siguen en manos privadas, pero sobre la titularidad de las dos calles principales sigue habiendo dudas. Según alguna documentación municipal, fueron registradas a nombre del Concello en los años ochenta, pero la situación no está clara del todo y el anterior gobierno local solicitó información al Catastro. Los vecinos llegaron a ir al Registro de la Propiedad pero en esta tampoco figura a quién pertenecen los viales.
Arroxo explicó el jueves que el Concello hará mejoras en Castro Gil una vez se confirme que las calles están a nombre del Concello.
LIMBO. Los vecinos de Castro Gil viven en una especie de limbo legal ya que se dan contradicciones como que el Concello no realiza labores de mantenimiento pero en cambio cobra el Ibi a la viviendas y presta alguno servicios.
Por la urbanización pasan los camiones de recogida de basura, pero no los de limpieza. Las calles también están sin nombrar y el Concello rechaza poner señales de limitación de velocidad o pintar pasos de peatones.
Se da la circunstancia de que esta urbanización es, además, zona de paso para el hospital, por lo que a algunas horas del día tiene un tránsito de coches notable, aseguran los vecinos.
La presidenta de la asociación de vecinos, Yanel González, cree que la reunión del jueves fue "positiva" y confía en que la aparente disposición de Xabarda y del gobierno local sirvan para desbloquear la situación y dar una solución a este residencial.
