Dos investigadores del campus de Lugo crean un equipo para convertir la sangre en harina

Este alimento, muy "valioso y cotizado", se utiliza para elaborar piensos, cosméticos, geles, productos de panadería o embutidos
José Manuel Meigide y Hiram Varela Rodríguez
photo_camera José Manuel Meigide y Hiram Varela Rodríguez

El profesor del área de Máquinas y Motores Térmicos de la Escuela Politécnica Superior del Campus Terra de la USC, José Manuel Magide, y el ingeniero de Industrias Alimentarias, Hiram Varela Rodríguez, patentaron un dispositivo que posibilita la transformación de sangre cruda en harina de sangre, "un producto bien cotizado y con múltiples aplicaciones industriales", señalan.

Así, la harina de sangre es apta no sólo para la elaboración de piensos, sino que también es un producto demandado en la industria química y farmacéutica, para la elaboración de cosméticos, reactivos y colorantes, así como para la alimentación humana, pues la harina de sangre puede emplearse en emulsiones, panadería, geles o embutidos, o incluso tiene aplicaciones para filtros, antigás, extintores, emulsiones asfálticas o antídotos, según destacó ayer desde el campus.

REVALORIZACIÓN. Esta nueva instalación, que permite revalorizar la sangre y otros subproductos de la industria cárnica, presenta importantes ventajas respecto a otros sistemas ya operativos en el mercado.

Y es que la transformación de la sangre en harina de sangre es una técnica muy poco desarrollada en la industria cárnica, según indica José Manuel Magide, ya que "los mecanismos actuales que transforman sangre líquida en harina de sangre implican procesos más costosos y reportan un producto final de una calidad sensiblemente inferior a la que posibilita la instalación patentada en mayo por la USC", señala.

Así, el nuevo dispositivo facilita que el proceso de conversión de la sangre en harina discurra a una temperatura muy suave, lo que, la diferencia de la aplicación de tratamientos a altas temperaturas, "minimiza el deterioro proteico de la sangre, que no ve así afectadas las propiedades originales de sus componentes, al tiempo que mantiene un valor o cotización muy alto en el mercado", señala el investigador.

AHORRO. Asimismo, Magide explica que otra de las ventajas de este dispositivo alude a cuestiones de ahorro y optimización energética. "La fuente de energía para el secado que se emplea en el sistema recién patentado procede de los propios efluentes residuales de la industria cárnica, lo que garantiza un coste más bajo", señala.

Sin embargo, Magide apunta que el precio de ejecución de esta nueva patente y su instalación es elevado, pues su coste oscila entre los 180.000 y 400.000 euros, en función de la cantidad de sangre procesada, cuenta el profesor del Campus Terra. Por ello, "es necesaria una inversión inicial que generaría retorno a corto plazo y en menos de cinco años ya estaría generando beneficio", aseguró Magide.

La gestión de la sangre como residuo orgánico fue durante años la solución más extendida en las industrias cárnicas e implica costosos tratamientos de depuración que no permiten la revalorización de sus componentes, algunos muy bien cotizados en el mercado.

Por ello, el investigador quiso enfatizar "el diseño modular y flexible y la aplicación de procesos respetuosos con el medio ambiente para convertir un residuo altamente contaminante, como es la sangre en un producto valioso y cotizado",que considera una de las ventajas de este dispositivo.

Este nuevo dispositivo, que todavía no se ha puesto en práctica, ya ha recibido premios, otorgados por los Colegios de Ingenieros Técnicos Agrícolas, y también por la USC.

El nuevo dispositivo "minimiza el deterioro proteico de la sangre" evitando así afectar "a sus propiedades originales" José Manuel Magide señala que su precio de ejecución e instalación "es elevado", pues oscila entre los 180.000 y 400.000 euros

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