La división no para la marea morada en Lugo

Lugo fue escenario de una marcha multitudinaria, que puso el foco más en lo que une al feminismo que en lo que separa. La manifestación, no obstante, acabó en dos actos separados
Una pancarta reivindicando la justicia social abrió la marcha de Lugo, que fue multitudinaria. XESÚS PONTE
photo_camera Una pancarta reivindicando la justicia social abrió la marcha de Lugo, que fue multitudinaria. XESÚS PONTE

La división que han provocado en el feminismo leyes como la del solo sí es sí o la trans no desmovilizaron a las lucenses y la ciudad fue escenario de una manifestación multitudinaria

La marcha se partió en dos al final y acabó con la lectura de dos manifiestos diferentes. Sin embargo, el foco se puso más en lo que une que en lo que separa.

Así, los asuntos que elevaron la tensión en días previos al 8-M se pasaron prácticamente por alto primero en la manifestación y después en la concentración que acabó reuniendo a más participantes, la de la plataforma Feminista Lugo 8-M, que agrupa a un amplio número de colectivos y que en su manifiesto puso el foco sobre todo en la defensa de la justicia social, aunque sin dejar de denunciar la Justicia "patriarcal". 

Montse Valcárcel, exvicerrectora del campus de Lugo, y la investigadora Cintia Folgueira leyeron el manifiesto de ese colectivo en una Praza de Santa María abarrotada, donde denunciaron el "sistema económico desigual" y un capitalismo que deja a las mujeres como ciudadanas de segunda. 

En el manifiesto se reivindicó la necesidad de servicios públicos como vía para garantizar la igualdad de oportunidades de las mujeres, se criticó la "asfixia" del sistema sanitario, del que se dijo que se encuentra en una "situación dramática".

Se señaló también al sistema educativo como víctima también de unos recortes que acaban por penalizar a las mujeres, que siguen siendo las que asumen los cuidados cuando los servicios públicos no funcionan, se censuró.

Los servicios de asistencia social, como guarderías y centros de día, también fueron señalados por su capacidad insuficiente, que obliga a las mujeres a ocuparse de tareas de cuidado que les roban posibilidades.

Minoritaria fue, en tanto, la concentración final del Foro Feminista de Lugo, que puso más el foco en asuntos candentes que alientan el debate feminista, como la prostitución o la gestación subrogada, calificada de explotación reproductiva en el manifiesto al que dio lectura la profesora Fátima Pérez.

Fue a esa concentración a la que acudieron las caras más representativas del socialismo lucense, empezando por la alcaldesa, Lara Méndez. Y no se dejaron de señalar en esa protesta los mismos problemas que en la primera y se denunció, por ejemplo, la precariedad laboral, la brecha salarial, la violencia machista o la feminización de los cuidados.

Pero en esa concentración se apostó por elevar más el tono hacia problemas como la violencia sexual, la prostitución o la pornografía, a la que se señaló como responsable del incremento en un 34 por ciento de las agresiones sexuales sufridas por menores.

Y aunque en el manifiesto se pasó por alto la controversia de la ley del solo sí es sí, representantes del Foro Feminista Lugo explicaban que, aunque no consideran que la ley sea mala en su base, ha resultado evidente que no se hizo con la asesoría jurídica adecuada y ha propiciado excarcelaciones.

Un 'entierro' muy alegre

El simbólico entierro de la Justicia. XESÚS PONTE
El simbólico entierro de la Justicia. XESÚS PONTE

La marcha del 8-M cargó con un ataúd para simbolizar la muerte de la Justicia, muy señalada a lo largo del acto por el trato a las mujeres que sufren violencia y atacada especialmente por el resultado del caso Carioca.

Las exigencias de "reparación" para las víctimas de la Carioca y de otro tipo de agresiones fueron constantes en una marcha en la que se escucharon las voces airadas de las mujeres, pero que no dejó tampoco de ser alegre.

Aunque muchos de los debates del momento se pasaran por alto en los manifiestos, hubo cuestiones que sí protagonizaron muchas de las consignas coreadas. Hubo, así, algunos cánticos defendiendo el "feminismo transinclusivo" en un bando, mientras que en el otro alertaban contra el "borrado" de las mujeres que creen que supone la ley trans.

No dejaron tampoco de oírse voces coreando el "sola y borracha quiero llegar a casa" que patentó Irene Montero o referencias a la violencia con lemas como "tranquila hermana, somos tu manada".

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