Diseñando la vuelta a la normalidad

Ángel López, de 19 años, aportó su granito de arena en una convención desarrollada el pasado fin de semana en Madrid que impulsa proyectos funcionales para la recuperación de la actividad tras el estado de alarma
Ángel López, en Madrid, con el portátil que ha utilizado para diseñar la aplicación. EP
photo_camera Ángel López, en Madrid, con el portátil que ha utilizado para diseñar la aplicación. EP

“Busqué el proyecto en el que más podía aportar y me metí. Estuve en uno antes pero no se impulsó mucho y al final aporté en la aplicación Copris diseñando su interfaz de una manera que sea funcional y demuestre que es una idea que se puede aplicar durante el proceso de recuperación de esta crisis”. Tiene 19 años pero Ángel López explica su último fin de semana como si llevara toda la vida dedicado al mundo de la informática y a las convenciones hacker.

“Me está encantando la experiencia porque, además de ayudar y colaborar en algo que es necesario y puede ayudar, veo cómo funciona todo este mundo”.

López ha sido uno los participantes más activos en la Hackathon virtual que convocó la Comunidad de Madrid el pasado fin de semana. Se trata de una convención, explica este lucense, “que se hace cada cierto tiempo en la que se juntan investigadores, desarrolladores, universitarios, empresas y corporaciones para debatir sobre retos y brechas de ciberseguridad”. La convención estaba ya planificada, pero debido a la pandemia del coronavirus, se redigirió para la búsqueda de soluciones aplicables en el día día una vez finalice el estado de alarma.

“Aprovechando toda esta situación se trasladó y se hizo virtual”, apunta. A lo largo del sábado y del domingo se pusieron en marcha un total de 256 proyectos a través de la plataforma Taiga, una herramienta online para que desarrolladores y programadores pongan en común sus proyectos y delimiten sus objetivos de manera sencilla y práctica, explica este lucense.

La app Copris utiliza un sistema de geolocalización a través de los dispositivos móviles a cuyos datos solo podrían acceder las autoridades correspondientes

“De esos 256 hoy van a elegir 15 que serán seleccionados para ser impulsados por organismos privados, que pueden ser multinacionales como Google o IBM, o administraciones públicas y universidades”, explica.

En concreto. Ángel López ha participado en el proyecto de una aplicación llamada Copris que “registra, mediante formularios de autoevaluación, los posibles positivos entre la población”, aclara. La app permite hacer un seguimiento diario de los síntomas para que los servicios sanitarios realicen una evaluación precisa de los casos y localicen las zonas de más riesgo.

“Los datos se recopilan y se pasan a una base de datos de la administración pública para dos objetivos: informar de los casos, del flujo de gente infectada y no infectada; y para representar un mapa, un diagrama de dispersión, en el que aparecen las zonas de alto y bajo riesgo, para que las personas sepan si están en lugares de posible contagio o no”.

Para ello, la app Copris utiliza un sistema de geolocalización a través de los dispositivos móviles a cuyos datos solo podrían acceder las autoridades correspondientes. “Hay un apartado de asesoría legal en el que dejamos claro que toda esta información solo sería accesible para la administración y para fines de salud pública. Además son datos encriptados con identificador aleatorio”, indica.

“El diseño ha sido cosa mía pero lo he ido compartiendo con todos los del equipo para ir corrigiendo lo que fuera necesario”

Su participación en este proyecto se ha dividido en varios apartados, pero su presencia se ha centrado más en el diseño de la interfaz de la aplicación y en su prototipo funcional. “El diseño ha sido cosa mía pero lo he ido compartiendo con todos los del equipo para ir corrigiendo lo que fuera necesario”, indica López.

Un equipo formado por 15 personas, desde el mánager, pasando por profesionales de la informática, biomédicos y CEOs de empresas que hoy sabrán si su proyecto es uno de los seleccionados.