El presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, ha informado de que la institución provincial intentará reflotar el catamarán hundido en el Miño a su paso por la capital lucense cuando mejoren las condiciones del tiempo, para trasladarlo a una nave de la institución provincial en el municipio de Begonte y valorar la posibilidad de repararlo.
Una vez retirado del río se valorará si compensa repararlo para que siga prestando servicio o, por el contrario, sale a cuenta desguazarlo
En declaraciones a los medios de comunicación, explicó que ya en este mandato la Diputación firmó un contrato con una empresa para sacar el catamarán del río y proceder a su reparación, pero finalmente el adjudicatario renunció.
Por ello, el gobierno provincial adjudicó un nuevo contrato el día 22 de noviembre para sacarlo del río, pero la empresa adjudicataria, como consecuencia de las copiosas lluvias de las últimas semanas, no pudo ejecutar el trabajo, porque el agua había reblandecido el terreno en torno al cauce del Miño y no era posible fijar los "estabilizadores hidráulicos de la grúa" para izarlo.
El catamarán acabó por hundirse la pasada noche, pero Tomé dijo que cuando el tiempo lo permita se evaluarán las posibilidades para retirarlo del agua, siempre "en condiciones de seguridad", tanto para "los trabajadores" que tienen que ejecutar los trabajos como para el propio barco, para que no sufra más daños.
Antes de hundirse, el barco ya estaba visiblemente escorado, como consecuencia del agua que se habÍa acumulado en cubierta.
CRÍTICAS. El diputado provincial del PP Óscar Poy afirmó que la del catamarán "abandonado por la Diputación" es "la crónica de un hundimiento anunciado".
"Es el momento de asumir responsabilidades y de responder por qué las promesas que siempre hacen los socialistas acaban de la misma forma, en fracaso", sentenció el popular.
