Las diferencias en el urbanismo marcan la primera reunión entre el PSOE y el Bloque

Los nacionalistas podrían volver a pedir libertad de voto en este asunto, como hicieron en el acuerdo de 2011

Las diferentes visiones sobre el urbanismo que tienen socialistas y nacionalistas quedaron de manifiesto en el inicio de las negociaciones para la formación de un gobierno de coalición, que tuvieron lugar este jueves en el salón de comisiones del Concello. El BNG recordó a los interlocutores del PSOE, a cuyo frente estaba la alcaldesa, que no comparte el modelo de crecimiento de la ciudad que prevé el PXOM y que el PSOE aprobó en el mandato de José López Orozco con el apoyo del PP, al que los nacionalistas se opusieron, según recordaron ayer. El 5% del documento sigue pendiente de aprobación y el escenario más probable es que el BNG pida libertad de voto en este asunto, como ya hizo en el bipartito de 2011.

Esa parte del PXOM ya fue objeto de algunos cambios, pero los nacionalistas desconocen los detalles y hay algún aspecto que todavía no se resolvió, como los desarrollos urbanísticos que se prevén en el entorno del Hula, que la Xunta no ve justificados tal como se proponen y tampoco convencen al BNG.

Los nacionalistas sostienen que el PXOM prevé un crecimiento medioambientalmente insostenible y que no responde a las necesidades de la ciudad y cree que el tiempo les está dando la razón.

Hai afán por ambos lados de ser propositivos, dentro da situación actual do Concello

Hace ocho años, el BNG también pidió libertad de voto respecto a O Garañón, un asunto sobre el que ahora hay acuerdo porque la urbanización está ilegalizada y el gobierno de Lara Méndez ya decidió en el anterior mandato no seguir recurriendo, por lo que el futuro pasa por la demolición de las torres.

La cordialidad definió, según aseguraron ambas partes, la primera reunión, que comenzó con una motivación de la alcaldesa, Lara Méndez, sobre la importancia de que Lugo disponga de un gobierno de mayoría para ir más rápido en la toma de decisiones y en la aprobación de las herramientas que le permiten funcionar, desde los presupuestos a las ordenanzas.

El encuentro terminó casi como empezó, puede decirse que sin avances, ya que socialistas y nacionalistas no fueron mucho más allá de una puesta en común de los temas que se deben abordar de forma prioritaria y de la constatación de que, en la mayoría de los asuntos, las visiones son bastante coincidentes entre ambos.

Puxemos un proxecto sobre a mesa porque é necesario un cambio para que Lugo funcione

CONTRATOS. El BNG incidió en la importancia de renovar los contratos de servicios que están caducados, algunos muy relevantes y de gran cuantía, como los del ciclo del agua, que están en esa situación ya desde el anterior mandato. En otros casos, la caducidad del servicio provoca que la calidad de este se deteriore, como está sucediendo, señalaron los nacionalistas, con el estado de la limpieza de la ciudad.

En otros casos, el problema estaría en un déficit de control de los contratos. Monbus se comprometió a poner en marcha una remodelación de las líneas y de las frecuencias, cuyo diseño se dejó en sus manos. Todavía no se ha materializado, como tampoco la puesta en marcha del sistema Sae, que permite controlar el recorrido de los buses. Este es uno de los servicios que quieren asumir los nacionalistas, dentro del área de movilidad, a través de la cual quieren materializar otras propuestas, como la limitación de la velocidad a 30 en toda la ciudad y la peatonalización de espacios como la Ronda. En el caso del bus, la empresa tiene la sartén por el mango, pero el BNG confía en que cumpla el contrato. "Haberá que sentarse coa empresa e falar. Hai que ver ata que punto o goberno apertou aí", afirmaba recientemente el portavoz nacionalista, Rubén Arroxo.

El BNG también apuesta por municipalizar servicios en los que sea factible tanto desde el punto de vista legal como de recursos, ya que en algunos incluso hay acuerdo plenario, como el de la Ora y el de la grúa, aunque ayer no dio tiempo a entrar en este asunto.

Los socialistas volvieron a alegar las carencias de personal que tiene el Concello y lo que eso condiciona la gestión. La cobertura de plazas es también una prioridad para el BNG.

Cambios en los negociadores al llevar el PSOE a dos más
El PSOE y el BNG habían anunciado que acudirían a negociar con tres personas por cada parte, pero el miércoles por la noche los socialistas comunicaron que se incorporarían la concejala de servicios sociales y secretaria local del PSOE, Ana González, y el jefe de gabinete de alcaldía, Óscar de la Parte. Al frente del equipo negociador socialista está la alcaldesa en funciones y también forman parte del mismo, como estaba anunciado, el portavoz del gobierno local en funciones, Miguel González, y el secretario provincial del PSOE, Álvaro Santos, que entrará como concejal de la nueva corporación municipal lucense.
Reparto de áreas
Ambas partes aseguraron que durante la primera reunión no se habló de reparto de áreas del futuro gobierno local ni de organización de la corporación, es decir, de qué recursos económicos y humanos se destinarán a cada uno de los grupos municipales con representación, tanto del gobierno como de la oposición.
El lunes siguen
​Las negociaciones entre socialistas y nacionalistas continuarán el próximo lunes por la tarde. Los ‘socios’ quieren cerrar todos los aspectos del futuro gobierno antes del sábado 15, día en que se constituye la incorporación. En el improbable caso de que no hubiera acuerdo para un gobierno de coalición, el BNG investirá igualmente a Méndez como alcaldesa.

Comentarios