La concejalía de medio ambiente talará diez árboles que suponen un riesgo para la seguridad y no pueden ser trasplantados. La corta comenzará esta semana y afectara a seis tilos de Ramón Ferreiro, otros dos de las avenidas García Portela y Rodríguez Mourelo, una picea de las Cuestas del Parque y una palmera de Frigsa. Son todos ejemplares en mal estado y de un porte importante.
La decisión se ha tomado tras la realización de un estudio sobre el estado de 189 árboles plantados en varias avenidas y en los parques Rosalía de Castro y Frigsa.
El edil de medio ambiente, Álvaro Santos, defendió el valor de los árboles, que es preciso cuidar para mejorar el ecosistema urbano, pero también señaló la necesidad de evitar riesgos.
El estudio realizado por el Concello se centró en el estado de los árboles, pero también analizó otros factores de riesgo, como la interferencia de algunos ejemplares en el tránsito de peatones y vehículos. El control incluyó, así, cuestiones como que las ramas no oculten señales de tráfico o farolas o que las raíces no levanten el pavimento generando riesgos.
Además de en las zonas donde se van a hacer talas, el estudio abarcó árboles plantados en el Cantiño Nemesio Cobreros y Santos dijo que se estudiaron distintas opciones antes de decidir la tala, pero que se comprobó que no era viable su conservación.
Los 189 árboles incluidos en el estudio no fueron seleccionados de forma aleatoria, sino que su estado se evaluó en función de los riesgos que representaban y medio ambiente avanzó que otros 46 ejemplares seguirán en estudio.
Así, avanzó que doce de esos árboles se controlarán nuevamente en seis meses, veinte serán analizados de nuevo en un año, once en el plazo de dos años y un último dentro de tres años.
En Ramón Ferreiro, donde se va a hacer una de las talas, un árbol ya provocó un serio incidente hace unos meses, al caer desplomado sobre dos coches estacionados. La caída no provocó heridos casi de milagro, ya que la zona es habitualmente muy transitada.
