"Un día me duró, pero me la gocé. K me kiten lo bailao. El cráneo reventado"

Jonathan N.S. transfirió el Audi a su nombre tan sólo 7 horas antes de accidentarse y alardeó de su hazaña desde el hospital

"Un día me duró, pero me la gocé. K me kiten lo bailao. El cráneo reventado". Con estas palabras —y todavía desde el hospital—, Jonathan N.S. reapareció este sábado en las redes sociales tras el accidente para alardear de su hazaña y convertir en jocoso un suceso que pudo terminar en tragedia. 

Con la cabeza vendada, la cara tatuada, y el pijama del hospital todavía puesto, el joven colgó en su cuenta de Instagram una imagen que denota a la perfección su manera de afrontar la vida. Como también lo hace el video que subió a internet tan sólo unas horas antes del accidente, en el que mostraba ante sus seguidores el Audi A8 que acababa de estrenar. El joven presumía de los "300 caballos" de su vehículo, pero la manada no lo llevó muy lejos, ya que siete horas después de transferir el vehículo a su nombre, se quedó sin él. 
Sin embargo, para Jonathan N.S., acabar en el hospital y tener que entregar su coche nuevo en un desguace son detalles sin importancia, una actitud que solo se puede llegar a comprender repasando sus antecedentes penales. Y es que junto a su hermano gemelo, B.N.S., protagonizó tantos incidentes que se convirtió en un habitual de los calabozos y centros penitenciarios. 

Hace justo dos años, ambos fueron detenidos por agredir y disparar con un arma de fogueo a un joven en el barrio del Sagrado Corazón. Los policías registraron su vivienda —en la que residían con sus progenitores— y encontraron marihuana y hachís. De hecho, el entonces subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo, confirmó que el incidente del disparo obedecía a un "ajuste de cuentas" por temas de drogas. Tan solo unas semanas antes, los gemelos ya habían sido identificados por participar en una batalla campal en una cervecería de la calle Lamas de Prado. 

Pero además de meterse en líos por el trapicheo con sustancias estupefecientes, Jonathan N.S. se sentó también en el banquillo de los acusados por apuñalar a otro joven durante un botellón. La reyerta se produjo el 25 de octubre de 2015 en la Praza Pío XII, cerca de la catedral. 

Según contó la víctima, observó como el acusado le propinaba un par de bofetadas a un amigo suyo, por lo que se acercó a ellos y les dijo: "No hace falta pelearse". En ese momento, Jonathan N.S. le respondió: "¡Qué!, ¿quieres llevarlas tú?", al mismo tiempo que se abalanzaba sobre él y le propinaba once puñaladas: seis en el tórax, cuatro en el abdomen y una el brazo izquierdo. El Penal 1 le impuso tres años de cárcel, pero la Audiencia le rebajó la pena a la mitad porque iba ebrio y drogado. 

Ni mostró respeto nunca por la vida de los demás, ni lo hizo por la suya propia. De hecho, el pasado 11 de agosto, subió a su cuenta de Instagram (malotajomijo) un vídeo poniendo un vehículo a 180 kilómetros por hora por una carretera lucense. Este sábado de madrugada también pisó demasiado el acelerador y se quedó sin coche. "Haberá k comprar otra cosika", fue todo lo que tuvo que comentar.