Dos detenidos en un altercado de noche en Salvador de Madariaga

La Policía Nacional acudió al lugar tras recibir varias llamadas por una pelea a las puertas de un bar e identificó a cuatro jóvenes. Dos intentaron darse a la fuga
La calle Salvador de Madariaga. XESÚS PONTE
photo_camera La calle Salvador de Madariaga. XESÚS PONTE

Un altercado nocturno en la calle Salvador de Madariaga se saldó con dos detenidos por intentar fugarse de los agentes. Los hechos sucedieron en la noche del sábado al domingo, después del horario establecido en el estado de alarma como toque de queda.

La Sala del 091 recibió una llamada en la que un ciudadano comunicaba que se estaba produciendo una reyerta en la zona. Varios operativos del servicio de radiopatrullas de noche se trasladaron al lugar y observaron cómo un cliente de un establecimiento de hostelería gritaba en la calle y le decía a las personas que se encontraban en el interior del local que no abrieran la puerta.

Tal y como señaló ayer el portavoz de la Policía Nacional, los agentes no pudieron observar ninguna actividad dentro del bar, por lo que procedieron a identificar al joven que gritaba y a su acompañante. Ambos fueron propuestos para sanción por incumplir el toque de queda.

Además, en ese momento, los policías vieron a otros dos chicos en la acera de enfrente –entre los edificios de la Praza Horta do Seminario– y se acercaron a ellos para solicitarles la documentación. Sin embargo, los jóvenes se negaron a identificarse y uno de ellos empujó a uno de los agentes, momento que ambos aprovecharon para darse a la fuga en dirección al centro de la ciudad.

La Policía inició entonces una persecución y alcanzó a uno de los jóvenes en la Rúa Bispo Aguirre y a otro en la Praza Maior. Este último arrojó un teléfono móvil al suelo justo antes de ser interceptado.

Los agentes pudieron recuperar el terminal y el chico les manifestó que pertenecía a un amigo suyo y que se lo había dejado. Los dos jóvenes fueron denunciados por incumplir el toque de queda y fueron detenidos y trasladados a la comisaría como autores de sendos delitos de desobediencia.

TELÉFONO. Tan solo unas horas más tarde, en la mañana del domingo, uno de los chicos que había sido identificado a las puertas del bar se presentó en las dependencias policiales para decir que el teléfono móvil que tenían los detenidos era de su propiedad, por lo que exigía que se lo devolvieran. El joven explicó que había comprado el terminal tan unos días antes en una casa de empeños y que los arrestados se lo habían arrebatado.

Sin embargo, los agentes ya habían realizado las pesquisas pertinentes y habían comprobado que el móvil figuraba como robado en las bases de datos de la Dirección General de la Policía. "El teléfono", explicó el lunes el portavoz policial, "figuraba como sustraído desde el pasado mes de agosto, cuando su propietario denunció que se lo habían arrebatado por el método del descuido al chocar contra el ladrón, que se lo extrajo del bolsillo mediante el método conocido como piquero".

La Policía Nacional elaboró el correspondiente atestado para trasladarlo al juzgado de guardia de la capital, junto con los dos detenidos.