Agentes de la Policía Local de Lugo detuvieron en la noche del miércoles al jueves a un joven –de 22 años de edad y de origen guineano– como presunto autor de una agresión sexual a una mujer que apareció tirada en medio de la calzada, desorientada y completamente desnuda.
Los hechos tuvieron lugar sobre las cuatro de la madrugada, cuando una patrulla del Grupo Operativo Nocturno que se encontraba de servicio por la Ronda da Muralla, a la altura de la Porta do Carme, observó a una mujer que "se arrastraba" desnuda por el medio de la carretera. Los agentes se detuvieron de inmediato y la retiraron de la calzada para evitar que pudiera ser atropellada por algún vehículo. Además, la taparon con una manta térmica, ya que la mujer temblaba, por el frío y el nerviosismo, e incluso perdía por momentos la consciencia.
La víctima solo recordaba que había estado en una pensión de A Tinería con un joven extranjero, que fue arrestado
Los policías solicitaron de inmediato la intervención de una ambulancia del 061, que trasladó a la chica al servicio de Urgencias del Hula, acompañada en todo momento por una inspectora de la Policía Local. La mujer se mostraba muy nerviosa y totalmente reacia a ser atendida por sanitarios varones, por lo que fue asistida por mujeres.
Después de tranquilizarse un poco y de recibir una primera asistencia médica, la chica, de 37 años, explicó que había estado "de copas" en un local de la Ronda da Muralla con un varón extranjero, de piel oscura, al que había conocido esa misma noche. La mujer contó que, en un momento dado, el hombre la agarró por un brazo y tiró de ella, por lo que le preguntó a dónde iban, pero el chico no le respondió y únicamente le dijo que no se preocupase.
La víctima no recordaba lo sucedido y afirmó que había consumido alcohol y drogas, pero cree que le echaron "algo" en la bebida
Según su testimonio, el joven la llevó hasta una pensión, ubicada en la Rúa Tinería, donde supuestamente le pegó en la cara y le rompió las gafas. La mujer aseguró que no recordaba nada más de lo sucedido y que tampoco sabía cómo había llegado a la calle desnuda. Según reconoció, esa noche había consumido alcohol y drogas, pero no en cantidades suficientes como para carecer de recuerdos, por lo que creía que le habían echado "algo" en la bebida. La mujer tampoco recordaba si había sido víctima de una agresión sexual, pero dijo que tenía un dolor "muy fuerte" en los pechos y en sus partes íntimas. Ante esta situación, se solicitó la intervención del médico forense, que la sometió a una exploración.
ARRESTO. Mientras que la chica recibía asistencia en el Hula, una patrulla de la Policía Local se trasladó hasta el pub donde supuestamente había estado con su agresor, aunque los trabajadores manifestaron que no recordaban a la pareja. Igualmente, otra dotación policial acudió a la Rúa Tinería y vio cómo un joven, cuya descripción coincidía con la que aportó la chica, los miraba desde una de las ventanas de la pensión y trataba de ocultarse.
Los agentes llamaron a la puerta de la habitación y el chico les abrió, pero en un primer momento negó que hubiera estado en el pub de la Ronda da Muralla. Sin embargo, tras el interrogatorio de los policías, el hombre acabó reconociendo que había estado en el local con una mujer. Según contó, ambos se habían trasladado hasta la pensión, donde habían tenido "un problema", por lo que la chica se había marchado corriendo, pero negó cualquier tipo de agresión sexual. En el transcurso de su intervención, los agentes observaron que en una ventana de la habitación, que comunicaba con un patio interior, había colgada una bolsa, en la que encontraron ropa de mujer y unas gafas rotas. Además, localizaron los cristales en el interior de la habitación.
Con todos los indicios recabados, la Policía Local detuvo al joven como presunto autor de un delito de agresión sexual. Las pesquisas sobre el caso continúan abiertas para determinar el alcance de la agresión a la mujer, que según señalaron varias fuentes ya presentó este año otras dos denuncias contra diferentes jóvenes por hechos similares.
Tras pasar la noche en el calabozo, el hombre testificó el viernes defendiendo su inocencia, y posteriormente fue puesto en libertad sin cargos.
Los agentes de la Brigada Científica registraron la habitación y recogieron pruebas.
