Detenida por robar a un anciano 800 euros con el "hurto amoroso"

La mujer se acercó al octogenario, le dio un abrazo, le sacó el dinero y se subió a un bus, pero un policía local fuera de servicio la vio. La Policía Nacional la arrestó al apearse y ya no tenía el dinero
Intervención policial en 2018 en la Rúa Miguel de Cervantes, donde fue detenida la presunta ladrona. AEP
photo_camera Intervención policial en 2018 en la Rúa Miguel de Cervantes, donde fue detenida la presunta ladrona. AEP

La Policía Nacional detuvo este jueves a una mujer de 32 años y de origen rumano por sustraerle 800 euros a un anciano en la capital lucense con el método del "hurto amoroso". La presunta ladrona se acercó repentinamente a un hombre de 86 años, lo saludó como si lo conociera y le dio un abrazo, sin darle tiempo a reaccionar. La mujer se marchó rápidamente del lugar y el octogenario se dio cuenta de que le faltaba todo el dinero que acababa de retirar de una entidad bancaria.

El hombre se puso muy nervioso y un policía local fuera de servicio se acercó para prestarle ayuda. El agente pudo ver como la mujer se subía a un autobús urbano, por lo que alertó inmediatamente al 091, que movilizó a tres patrullas. Con la descripción de la presunta autora del hurto, la Policía Nacional siguió al bus y detuvo a la mujer cuando se apeó, concretamente en la parada de la calle Miguel de Cervantes.

ANTECEDENTES. Los agentes de la Policía Nacional identificaron a la joven -a la que le constan múltiples antecedentes por otros hechos similares en diferentes provincias- y la cachearon, pero ya no llevaba encima el dinero que supuestamente le acababa de arrebatar al octogenario.

La detenida fue trasladada a los calabozos de la calle Chantada y los agentes abrieron una investigación para aclarar los hechos e indagar sobre el paradero de los 800 euros. Los autores de esta modalidad delictiva suelen actuar en grupo y perfectamente organizados, por lo que es posible que la autora del hurto depositara inmediatamente el dinero en una papelera, un banco, o cualquier otro punto cerca del lugar del suceso, para que algún cómplice lo recogiera.