Los secretos del acróstico de Odoario han sido desvelados. Antonio Rodríguez Colmenero presentó este viernes las conclusiones del estudio de esa pieza sobreviviente de la primera catedral de Lugo y destaca que esa inscripción "actúa de fundamento para toda una serie de documentos", ya que confirma lo que sostienen estos, que Odoario existió y que fue el obispo de la repoblación de Lugo.
El estudio del acróstico se inició hace unos quince años y no ha sido tarea fácil, porque se había pintado por encima, confundiendo las letras, y eso había complicado su interpretación.
Acabado el estudio, Colmenero sostiene que el acróstico "viene a ser una especie de laudatio" de Odoario, cuando ya se habría retirado a Diamondi, por parte de la catedral de Lugo, agradeciéndole lo que había hecho por la basílica, al renovarla y arreglarla tras ser dañada durante la invasión musulmana.
Las teorías sobre la existencia real de Odoario eran firmes, aunque hubo eruditos que negaron su existencia, pero la revelación del acróstico permite tener "una visión mucho más humana" del obispo y confirmar lo sostenido en otros documentos, sostiene el arqueólogo e historiador lucense.
Tras años de estudio, Colmenero presentará sus conclusiones sobre el acróstico de Odoario en la primera conferencia del ciclo que organiza el Obispado para conmemorar los 350 años de la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia.
Rodríguez Colmenero fue el encargado de la apertura de las conferencias, después del acto inaugural, al que asistieron el delegado territorial de la Xunta de Galicia en Lugo, José Manuel Balseiro; la subdelegada del Gobierno, Isabel Rodríguez; la diputada provincial de Cultura, Pilar García Porto; el portavoz del gobierno local de Lugo, Miguel Fernández; y el vicario general de la Diócesis, Mario Vázquez Carballo.
Además de Rodríguez Colmenero y de Carlos Baliñas, también participan en estas jornadas investigadores como Eduardo Pardo de Guevara y Valdés, Carlos Andrés González Paz, Pegerto Saavedra o Domingo L. González Lopo. El encargado de clausurar los jornadas, este sábado, será el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco.
Rodríguez Colmenero persigue desentrañar el desarrollo del cristianismo en Lugo y pretende tratar también un bosquejo de cómo fue la primitiva catedral de Lugo, de la que solo queda ese acróstico de Odoario, del siglo VIII.
Colmenero se remitirá a los documentos históricos para tratar de aquella antigua basílica, "que debió ser preciosa porque Alfonso II la tomó como referencia para construir la catedral del Salvador de Oviedo", recordaba este viernes.
Incide en esa idea del valor de la antigua catedral recordando el impacto que tuvo en otro rey, Alfonso III, gracias al cual se sabe que la basílica tenía espectaculares ábsides y antealtares, señala Colmenero.
SANTA EULALIA, CRISTIANA. El veterano profesor e investigador abre las jornadas con la conferencia "La eclosión y el desarrollo inicial del cristianismo en el Convento lucense" y en su ponencia defenderá otra conclusión reveladora: que las pinturas de Santa Eulalia de Bóveda son cristiana.
El monumento de Santa Eulalia de Bóveda está reconocido como singularmente importante y ha estado siempre rodeado de misterio sobre su origen.
La razón decisiva de que Lugo pasara a ocupar ese lugar preponderante se encuentra en el hecho de que Braga, anterior sede eclesiástica, queda abandonada tras caer bajo el dominio musulmán. Esa situación hace que Lugo quede a la cabeza de Galicia, ya que la Iglesia estaba entonces vinculada a un poder político decisivo, resume el profesor de la facultad de Humanidades de Lugo.
Lugo mantuvo esa preponderancia y era la sede del arzobispo hasta 1070, fecha a partir de la cual decae su poder debido a que Santiago va ganando influencia por el fenómeno jacobeo.