Desigual aplicación en las empresas lucenses del control horario obligatorio de la jornada

La CEL y las firmas de desarrollos digitales están recibiendo "una avalancha de consultas" por parte de autónomos que tienen trabajadores que no saben cómo aplicar este decreto ley, que ya entró en vigor el pasado domingo

El ganadero de Pol José Manuel López. TEÓFILO LÓPEZ
photo_camera El ganadero de Pol José Manuel López. TEÓFILO LÓPEZ

La obligatoriedad de las empresas de aplicar el control horario a sus trabajadores evidencia el pecado nacional de que se suele esperar al último día para cumplir con lo establecido. Muchas aún no lo han puesto en práctica en Lugo, ni siquiera saben qué mecanismo utilizarán. Esta es una medida que atañe a todas.

La Confederación de Empresarios de Lugo (CEL) y las empresas especializadas en desarrollos digitales están recibiendo "una avalancha de consultas" de autónomos preguntando qué tienen que hacer y cómo.

La jefa de los servicios jurídicos de la CEL, Lourdes Pardo, afirma que es un decreto ley "precipitado" que genera "un montón de incógnitas" porque no tiene en cuenta las diferentes situaciones que surgen en función del tipo de empresa. "El nivel de exigencia no puede ser el mismo para una que tenga cien empleados que para otra con uno", precisa.

Pardo advierte de que coarta la "flexibilidad" que define las relaciones laborales. Considera que con esta medida "legalmente" un trabajador no podría cambiar de turno con un compañero.

Ante el desvelo con el que los empresarios han acogido esta medida, la asociación provincial de hostelería celebrará mañana una reunión en Lugo -que repetirá en A Mariña y Monforte- para aclarar dudas e intercambiar criterios y experiencias. "Hay inquietud porque cualquier trámite nuevo genera al principio cierto recelo", dice su presidente, Cheché Real.

Uno de los hosteleros que lo aplica es José Manuel Cela, que tiene una docena de empleados. Explica que lleva el control manualmente. En un folio -no existe ningún modelo oficial- aparece identificado el trabajador y cada día apunta su hora de entrada y la de salida y firma. Al final de mes el empleado y el empresario vuelven a rubricar ese registro.

La medida afecta a todo tipo de empresarios con personal a cargo. Es el caso de los ganaderos. José Manuel López Tellado, que tiene una explotación de vacuno de leche en Pol, en la que trabajan a turnos dos personas, considera que es "unha boa medida" para los empleados, pero que es "difícil de aplicar" en el campo por las labores que se realizan y por su horario disperso. El sistema elegido es el más recurrido, el manual, el de ir apuntando en un folio.

Otro ganadero, Ángel López, de Guntín, que también lo está llevando a la práctica con los cuatro empleados de su explotación, advierte de que "cando traballas con seres vivos non podemos planificar o horario con antelación". Cree que es una medida "sin sentido" y que se debe "lexislar desde a realidade, non desde un sillón".

ALTERNATIVAS TEMÁTICAS. Tanto en el campo como en la hostelería se opta por el registro manual, pero el control horario también se puede realizar telemáticamente. Las alternativas son múltiples. Una de ellas es una aplicación para los teléfonos móviles. El empleado la abre y la activa a la hora de entrar y a la de salir y la pausa cuando hace un receso para tomar un café o el bocadillo. También incluye otros aspectos, como vacaciones o ausencias por enfermedad.

Hay otras aplicaciones informáticas más complejas que van unidas, por ejemplo, a un programa de gestión de nóminas para que ya le contabilicen al trabajador las horas extras que realiza. O los sistemas de geolocalización para comerciales o transportistas.

Comentarios