La depresión y la negativa a comer, secuelas del covid en ancianos de residencias

Rocío Malfeito, jefa de Geriatría del Hula, repasó en un foro sociosanitario cómo afectó la pandemia a mayores que viven en residencias
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photo_camera Sesión celebrada ayer en las jornadas de atención sociosanitaria. ADRA PALLÓN

Depresión, miedo, insomnio, negativa a comer que desemboca en malnutrición, agudización del deterioro cognitivo que hace que se consolide la demencia, astenia o fatiga, alteraciones de conducta, debilidad muscular o dificultad para respirar son algunas de las secuelas del covid que están viendo los geriatras entre los ancianos institucionalizados que pasaron la enfermedad. Rocío Malfeito, adjunta del servicio del Hula repasó ayer en las II Xornadas de Atención Sociosanitaria ás Persoas Maiores que organiza la concejalía de bienestar cómo se organizó la asistencia a los ancianos que viven en residencias durante la pandemia, en una ponencia en la que también participaron representantes de los servicios de Urgencias, Cardiología, Medicina Interna y Neumología y moderada por el periodista Pepe Seijo.

La doctora Malfeito recordó que el 8 de marzo de 2020 se cerraron los 77 geriátricos de la provincia para confinar a sus residentes y desde el 23 de aquel mes Geriatría hizo un seguimiento telefónico diario para la detección precoz de cualquier caso con síntomas susceptibles de ser covid. Para abril, todos los mayores de Lugo que viven en residencias estaban estratificados por geriatras; es decir, se le había valorado en una escala de fragilidad. También recordó que se medicalizaron muchos centros, ofreciendo tratamientos hospitalarios a infectados por covid sin moverlos de su entorno.

Explicó que la suma de esas medidas se tradujo en una mortalidad mucho más reducida que en otras zonas de España. La peor fue la segunda ola, entre agosto y noviembre, cuando la transmisión aumentó en la provincia: hubo 427 positivos en brotes en cuatro centros, de los que murieron 65. La vacunación en residencias se inició a finales de año y se completó en un mes, lo que cambió radicalmente el panorama.

También la mortalidad fue baja en la población general, de las más bajas de Galicia y de España, tal y como recordó la neumóloga del Hula Olalla Castro. Señaló que fue de un 1,2% y recordó que el trabajo en equipo con otros servicios del Hula para atender al paciente ingresado con covid fue clave para ello, así como la posibilidad de ofrecer tratamientos personalizados gracias al intercambio de conocimiento que propició la pandemia.

El jefe de Urgencias, Manuel García Novio, centró su intervención en explicar cómo el servicio tuvo que adaptarse a la pandemia, haciendo cambios progresivos en los circuitos de pacientes y viendo cómo, con el tiempo, la asistencia al paciente con sospecha de covid ocupaba una parte cada vez mayor de sus tareas y también de su espacio. Recordó el ingente trabajo que supuso la tercera ola, cuando "ingresaba más del 50% de los pacientes que llegaban al servicio de Urgencias". También aclaró que, aunque en apariencia la demanda del servicio bajó -pasando de atender casi cien mil pacientes en 2019 a 71.000 en 2020- en realidad la exigencia laboral fue mucha porque tuvo que filtrar a 395 pacientes ingresados con covid.

El jefe de Cardiología, Carlos González Juanatey, explicó que los cardiólogos eran, tras los ucistas y anestesistas, los especialistas que hubieran tenido que atender a pacientes críticos de haberse disparado este tipo de ingresos, cosa que finalmente no fue necesaria.

Explicó que, inicialmente, los pacientes tenían miedo a ir al hospital y llegaban pocos infartos, muy evolucionados y, por tanto, con peor pronóstico. Sin embargo, a finales de 2020 creció ese número. También que el covid puede provocar enfermedades cardiovasculares como las miocarditis y que, a su vez, los pacientes con problemas vasculares son más susceptibles al covid grave.

Por su parte, el internista especialista en Enfermedades Infecciosas Ramón Rabuñal, repasó qué otras posibles pandemias podremos ver en el futuro. El virus de la gripe, que ya provocó tres con anterioridad, podría volver hacerlo si aparece una variante antigénicamente nueva o que, sin serlo, no ha circulado recientemente y se encuentra una población sin memoria inmunológica específica.

El ébola, el zika, el propio SARS-CoV podrían protagonizar otra, así como los que dan pie a otras enfermedades que se suponen más controladas como el sarampión o la polio. Alertó del riesgo creciente de los microorganismos multirresistentes a los antibióticos y pidió más medios, así como una vigilancia epidemiológica estricta.

Los mayores, el primer refuerzo
La alcaldesa, Lara Méndez, inauguró este viernes la segunda edición de las jornadas sociosanitarias recordando que fue el área de bienestar social la primera que recibió un refuerzo al declararse la pandemia para que pudiera seguir garantizando la atención a los mayores.
Ponencia magistral
Dos mesas redondas completarán este sábado las jornadas, en las que también habrá una charla magistral a cargo de José Manuel Marín Carmona, geriatra y coordinador del programa de memoria y demencias y director del centro municipal de Envejecimiento Saludable de Malága.

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