Vecinos y usuarios de la Rúa Milagrosa denunciaron públicamente su malestar porque un hostelero de la calle "reserva" a diario las plazas de aparcamiento próximas a su local, impidiendo que sean utilizadas por otros conductores. Según dicen, el hombre usa sillas y cajas de su bar y se niega a retirarlas cuando se lo piden.
Los afectados aseguran que no se trata de un hecho aislado y que la situación se repite desde hace ya tiempo. "Empezó aparcando las motos que tiene para reparto, cada una en una plaza, y ahora ya reserva las plazas con cualquier cosa. Es una vergüenza", aseguran.
Los vecinos solicitan que se tomen medidas para que el hostelero desista en su actitud.