LUGO. La Policía Local ha denunciado al propietario de la casa número 71 de la Rúa Nova de la capital lucense, que se encuentra en el tramo comprendido entre la calle Montevideo y el Carril dos Fornos, debido al riesgo que entraña para los transeúntes que se pueda producir un derrumbe.
La cubierta se vino abajo y se desplomó hacia el interior del inmueble, por lo que agentes de la Policía Local procedieron hace unos días a precintar el acceso a esta vivienda, que consta de bajo y primera planta.
Ese riesgo de desprendimientos se puede agravar cuando se registren intensas lluvias o fuertes ráfagas de tiempo, como se prevé que suceda en las próximas semanas.
Antes de esta denuncia, ya pesaba sobre el propietario del edificio una orden de ejecución dictada por el Concello de Lugo para que la rehabilitase o la derribase si su estado es ruinoso.
La cubierta se vino abajo y se desplomó hace el interior del inmueble, que consta de bajo y primera planta
El número 71 de la Rúa Nova, cuya fachada está lucida, albergó, hace ya bastantes años, un establecimiento de hostelería.
El incumplimiento de las órdenes de ejecución que establece la administración local lleva aparejada una sanción económica que va subiendo progresivamente desde los 300 euros, en la primera ocasión, hasta los 6.000, en la séptima.
A partir de la octava orden a la que no se haga caso, por lo que el propietario ya habría acumulado 25.900 euros en multas, el Concello de Lugo se encamina hacia un expediente de ejecución subsidiaria, en el que las arcas municipales asumen el coste de las obras que después le repercute al dueño.
CARRIL DOS FORNOS. En este tramo de la Rúa Nova y en su entorno hay varios inmuebles abandonados desde hace ya muchos años que presentan un alarmante estado.
Es el caso de los edificios números 6, 8 y 10 de Carril dos Fornos, anexos a la jefatura territorial de Sanidade, que están vallados. Los tres, que son del mismo dueño, cuentan con orden de ejecución del Concello desde hace tres años.
El propietario ha solicitado para los tres inmuebles -la cubierta del número 10 también se ha venido abajo- una licencia de rehabilitación, que está pendiente de que el servicio municipal de arquitectura emita el correspondiente informe.
