El Concello demolerá O Garañón en 2022 y convertirá la parcela en una zona verde

El gobierno local presentará al pleno una modificiación de crédito de casi un millón de euros para financiar el derribo
Lara Méndez y Álvaro Santos, ante O Garañón. SEBAS SENANDE
photo_camera Lara Méndez y Álvaro Santos, ante O Garañón. SEBAS SENANDE

El esqueleto de hormigón armado que afea uno de los privilegiados miradores de Lugo hacia el río Miño pasará a mejor vida el año que viene. El gobierno local presentará en el pleno que se celebrará el próximo día 24 una modificación de crédito para poder financiar la demolición de las torres de O Garañón, en las inmediaciones del parque Rosalía de Castro. Así lo dieron a conocer este martes la alcaldesa Lara Méndez y el concejal de sostenibilidad urbana, Álvaro Santos, en una rueda de prensa que ofrecieron a los pies de esta mole.

Esa modificación de crédito es por 969.641 euros, importe máximo que debería costar el derribo de estas torres y la retirada de los cientos de toneladas de escombro que se generen, según las estimaciones realizadas por los técnicos municipales.

El Concello de Lugo acometerá esa demolición de forma subsidiaria al no efectuarla la promotora urbanística que es propietaria de los terrenos, que se encuentra en concurso de acreedores.

Una vez que se apruebe esa modificación de crédito deberá exponerse al público durante un mes. Si se presentan alegaciones, tendrán que resolverse. Después habrá que redactar el proyecto, licitarlo y adjudicarlo. Si no se tuercen las previsiones, las obras de demolición se iniciarán el año que viene.

Las torres de O Garañón. SEBAS SENANDE

Lo que ya es más difícil de concretar es cuántos meses se emplearán en ese derribo ya que hay que determinar si se realizará mediante voladuras controladas o mecánicamente con máquinas.

Se dará así respuesta a la sentencia de hace cuatro años y medio, en la que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) anulaba la licencia municipal concedida por el Concello de Lugo para construir estas torres en las inmediaciones del parque Rosalía de Castro.

ZONA VERDE. Al mismo tiempo que da pasos para derribar este esqueleto de hormigón armado, el gobierno local emprende los trámites para convertir la parcela que ocupa, la CS-5, en una zona verde de 16.000 metros cuadrados de superficie, libre de edificiaciones. "Son dous trámites independentes, pero simultáneos", precisó el edil de sostenibilidad urbana.

La junta de gobierno local aprobará hoy ese uso, por lo que encargará al estudio GAU Arquitectura e Urbanismo, que elaboró el informe sobre qué se podía hacer con esta parcela, que elabore en el plazo de tres meses la modificación parcial del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) para que tenga ese fin.

Esa modificación parcial requerirá después, ente otros trámites, la aprobación por parte de la junta de gobierno local y del pleno y el visto bueno de la Xunta.

Lara Méndez destacaba ayer que con estas dos medidas se da respuesta a las sentencias judiciales, pero también a "unha demanda social que vai acorde ao noso modelo de cidade".

La regidora local aseguraba que además permitirá paliar "a falta de zonas verdes no contorno máis urbano" y "unir e darlle continuidade aos pulmóns verdes cos que contamos na capital, como son as costas do parque, a CS-5, a zona do Carme e o parque Marcos Cela".

La alcaldesa de Lugo explicó que el Concello ya ha mantenido varias reuniones con el administrador concursal de la promotora propietaria de los terrenos, para negociar una compensación por la demolición. Esta reclamó en su día casi 26 millones de euros.

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