Deja a su pitbull atado durante meses y sin comida y acepta 135 días de cárcel

Varias personas denunciaron la situación del perro, que estaba en una finca de la zona de Albeiros y fue rescatado gravemente enfermo

LUGO. Tener a su perro atado durante meses, sin comida y sin ningún tipo de atención sanitaria, le acaba de costar a un lucense una condena de cuatro meses y medio de cárcel. El joven, A.M.V., se confesó culpable de un delito de maltrato animal y aceptó la pena.

Además de los 135 días de prisión -que en un principio no tendrá que cumplir porque no tienen antecedentes- el acusado no podrá ejercer ninguna profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales durante dos años y tendrá que pagar las costas del juicio.

El chico tenía un perro de raza pitbull en un solar de su familia sito en la calle Islas Canarias, por la zona de Albeiros. El perro no tenía microchip ni figuraba en ningún registro y el joven tampoco tenía licencia ni había contratado el seguro de responsabilidad civil, que era obligatorio al tratarse de un perro de raza potencialmente peligrosa.

El animal se encontraba deshidratado y herido. Tenía otitis, parasitosis, artrosis y una atrofia de rutina que lo dejó ciego

Una vecina del barrio observó que el perro estaba siempre atado, sucio y aparentemente enfermo, por lo que decidió alertar a la administración para que comprobara el estado del animal y tomara las medidas oportunas. Y así lo hizo.

El 26 de enero de 2017, varios agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) acudieron al lugar y comprobaron desde el exterior de la finca que el animal se encontraba «en mal estado». Según quedó reflejado en su informe, el perro estaba en el interior del solar -rodeado de un muro de bloque de hormigón de unos dos metros de altura- atado con una cadena y rodeado de desperdicios y de plásticos, así como de sus propias heces.

Un mes más tarde, el 2 de marzo, otra vecina vio al pero en el mismo lugar y también optó por denunciar la situación. En esa ocasión, acudió una patrulla de la Policía Local y los agentes comprobaron que el solar estaba lleno de basura y excrementos. El perro seguía atado con una cadena de unos cuatro metros de largo, que estaba fijada en el medio de la finca, donde no había ningún tipo de recipiente con comida ni bebida para el animal.

Como era evidente que la vida del perro corría peligro, una veterinaria de la Protectora de Animales acudió al lugar el día 4 de marzo y confirmó todas las sospechas. El perro tenía «síntomas de deshidratación, heridas no tratadas en las extremidades anteriores -mostrando síntomas de haber estado permanentemente encadenado- y estaba lleno de excrementos».

El can fue trasladado al Hospital Veterinario Rof Codina el 5 de mazo, donde le diagnosticaron «otitis, dermatitis, alergia alimentaria, atopia, parasitosis externa, artrosis grave en ambos codos, gastroenteritis, nódulo cutáneo y atrofia progresiva de retina», por lo que en un año se quedaría totalmente ciego.

El dueño del animal, que lo cedió a la protectora de animales, fue acusado de un delito de maltrato animal y el fiscal pedía inicialmente nueve meses de cárcel, pero rebajó su petición tras llegar a un acuerdo con el acusado.

OTROS CASOS. Este caso no fue el único maltrato a perros detectado el año pasado en Lugo. En el mes de julio fueron rescatados cuatros canes desnutridos y heridos en A Chanca y o Ceao. Y en diciembre, la jueza Pilar de Lara ordenó retirar dos perros a sus dueños después de que uno de ellos se precipitara desde la ventana de una casa en Camiño Real.

Este año, en concreto el día 8 de febrero, la Policía Local y el personal de la Protectora de Animales se trasladaron hasta O Carqueixo y retiraron nueve perros por abandono.