El déficit de personal pone en jaque la guardería Gregorio Sanz y desata el miedo entre los padres

La baja sobrevenida de dos empleadas dejó en cuadro al servicio. Dos niños quedaron encerrados, lo que desató la alarma ►Las familias recogerán firmas para quejarse al Concello porque creen que la sobrecarga laboral es un riesgo para los niños

photo_camera La guardería. J.VÁZQUEZ

LUGO. El déficit de personal lastra de forma cada vez más patente la prestación de servicios municipales. Con una RPT (Relación de Puestos de Trabajo) que no acaba de salir adelante, algunos departamentos acusan la carencia de una plantilla suficiente para desempeñar las funciones que les corresponden. El archivo municipal o el servicio de aguas, en el que una persona está de guardia permanente todo el año, son ejemplos de ello, así como la escuela infantil Gregorio Sanz, cuya falta de personal es una denuncia reiterada. El jueves volvió a alcanzar un punto crítico por la ausencia sobrevenida de dos trabajadoras, lo que llevó a las familias a dar la voz de alarma porque consideran que la falta de personal causa desprotección a los menores. Algunas familias optaron por no dejar a los niños en el centro.

Una de las madres que expresó su preocupación señaló que las familias están redactando un escrito para entregar al Concello y, si este no toma las medidas oportunas, acudirán a los servicios de inspección de la Xunta. Según indicó, el jueves tuvo que encargarse de dar de comer a los niños una trabajadora sola, lo que, apuntó, no permite atenderlos bien y supone un riesgo si alguno se atraganta.

El problema, indicó la afectada, «es que no se cubren bajas ni días» y que se acaba de incorporar una trabajadora que no puede coger pesos, lo que, en la práctica, supone una persona menos para atender a los pequeños. La madre señaló que las críticas no se dirigen a las cuidadoras, que hacen lo que pueden, sino a la falta de personal en sí.

Esa misma usuaria indicó que el pasillo se ha convertido «en el patio de invierno», dado que hay una sala de usos múltiples que se utiliza también de comedor y no hay personal suficiente para montar y desmontar las sillas y mesas para adaptar el espacio a las distintas actividades. También detalla que los lunes hace mucho frío, mientras que otros días la temperatura es demasiado alta y que algunas dotaciones no se adecuan. Así, indicó, el miércoles dos niños se metieron en el aula de dos años y cerraron la puerta por dentro, dado que la llave está a su alcance, sin que los adultos tuvieran otra vía de entrada. El incidente se resolvió porque uno de los pequeños fue capaz de abrir la puerta de nuevo, pero la situación desató la alarma de las familias por la atención a los niños.

PLANTILLA. La sección sindical de Comisiones Obreras en el Concello, que viene denunciando desde hace años «la sobrecarga de trabajo» por el déficit de personal en la Gregorio Sanz, criticó el jueves que ante este grave problema el equipo de gobierno «mira para otro lado» y muestra «una dejadez absoluta», lo que calificó como «una irresponsabilidad».

Esta escuela cuenta con 61 plazas para niños de 0 a 3 años y con una plantilla de cinco técnicas más la directora, mientras que las otras tres escuelas infantiles municipales tienen siete en total.

De las cinco personas dedicadas a la atención directa de los niños, una tiene reducción de jornada y otra se acaba de incorporar tras una baja prolongada y no puede coger pesos. De este modo, el jueves por la mañana, debido a que dos trabajadoras tuvieron que acudir al médico, quedaron en el centro tres trabajadoras y la directora, que tuvo que reforzar el servicio.

CC OO precisó que no se cumplieron las ratios establecidas en la normativa, que exigen que haya una cuidadora en cada aula abierta -en esta escuela son cuatro- y otra de apoyo. Señaló además que esta situación de precariedad causa a las trabajadoras «un estrés diario y una carga física brutal» que provoca que tengan bajas.

GOBIERNO. El concejal de educación, Manuel Núñez, señaló que ninguna de estas quejas se presentó ante la dirección del centro. Admitió que el jueves dos trabajadoras precisaron reposo por consejo médico, pero quedaron tres técnicos que, con el refuerzo de la directora, eran suficientes para cubrir las ratios. La escuela infantil atiende a 56 niños y el jueves había 44, según datos del Concello, que también indicó que la trabajadora que no puede coger pesos sí pudo dar apoyo en algunas labores, especialmente con los más pequeños. El edil adelantó que esta técnica será recolocada en los servicios administrativos municipales y se llamará a una persona de las listas para asumir el puesto. Respecto a la ausencia de las otras dos trabajadoras, Núñez señaló que en ningún servicio es posible cubrir las bajas inmediatamente.

Por otra parte, el concejal apuntó que el servicio de contratación está valorando distintos informes para decidir si el contrato con la empresa que presta servicios de cocina y comedor en las guarderías puede, tal como se licitó, adaptarse a las condiciones que determina una sentencia que especifica las tareas de las técnicas y de las trabajadoras externas. En principio, los servicios jurídicos estiman que sería posible.

Manuel Núñez apuntó asimismo que tampoco se recibieron quejas sobre la temperatura de las aulas y que el frío que detectan los padres los lunes se debe a que la calefacción no se pone el día anterior y que se puede solucionar encendiéndola media hora más temprano. Respecto al uso de pasillos, el edil aclaró que «o resto de garderías están peor» en cuanto a espacios y que el edificio se homologó en su momento sin problema.

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