El deficiente funcionamiento del desfibrilador que hay en el edificio administrativo de la Xunta en Lugo, que al parecer tenía problemas de carga, dificultó este viernes la atención a una persona que sufrió un infarto, un conocido sindicalista agrario y músico.
Los primeros que lo atendieron fueron funcionarios y vigilantes de seguridad con conocimientos de primeros auxilios. Después lo estabilizó el personal de una ambulancia medicalizada del 061, que lo trasladó al Hula.
La junta de personal, según dio a conocer su presidente, Delio López, preguntará en el comité de seguridad y salud sobre este suceso, que se produjo en la primera planta, y por qué no se encontraba en ese momento el facultativo de la mutua que presta servicio en el edificio, en el que trabajan unas 800 personas y por el que a diario pasan cientos de lucenses a realizar trámites.