Antonio López: "Debemos definir nuevos másteres en Lugo y buscar recursos para su competitividad"

Más del 60% del voto ponderado convirtió a este barreirense, catedrático de Dereito Financeiro y exconselleiro maior de Contas, en el primer rector de la USC de Ciencias Sociales "desde que hay democracia"

El nuevo rector de la USC, Antonio López. PEPE FERRÍN
photo_camera El nuevo rector de la USC, Antonio López. PEPE FERRÍN

¿Se esperaba esta diferencia en las votaciones? ¿Cómo la valora?
Teníamos una muy buena sensación después de la campaña, pero este apoyo tan claro nos ha sorprendido. Creo que hemos diagnosticado bien lo que necesitaba la comunidad universitaria, esa idea de recuperar la ilusión, la confianza en que podíamos mirar hacia un futuro más claro y atrayente, así como la apuesta por democratizar y hacer hincapié en la autonomía universitaria.

Los alumnos marcaron la diferencia, al igual que ocurrió en 2014, si bien aquella vez en su contra.
Hay un dato muy relevante: prácticamente se ha doblado la participación respecto a hace cuatro años, y eso explica en parte los resultados y el apoyo abrumador, más allá de la valoración que los alumnos hayan podido hacer de la gestión de Juan Viaño.

La ilusión fue una palabra clave de su campaña. ¿Cómo la define
Tiene mucho que ver con la confianza en que podemos salir de las dificultades en las que estamos y evolucionar a corto plazo hacia un futuro mejor, tanto en las condiciones del personal, como en los recursos disponibles y las condiciones económicas. Queríamos trasladar la necesidad de un cambio de rumbo tras unos años de permanentes recortes.

¿Cree que va a hallar la universidad en peor situación ahora que si hubiese ganado hace cuatro años?
La situación es diferente. Entonces había una tasa de reposición limitadísima y estábamos en el centro de la crisis. Ha habido un cambio en las condiciones de la sociedad y en el escenario normativo de la universidad, creo que a mejor, pero aún tenemos una necesidad de mejora muy evidente.

¿Qué planes inmediatos tiene?
Las actuaciones que se pueden implementar desde el primer momento se refieren a cambios en la gobernanza y en la toma de decisiones, que pasan por contar con muchos más colectivos y representantes de otras estancias de poder. Entre las decisiones, un tema prioritario es el plan para recuperar personal investigador y de administración y servicios. También trabajar en el tema de las titulaciones, recomponer el trámite procedimental, buscar un camino para refinanciar la deuda...

Confío en la buena disposición de la Xunta para renegociar la deuda a fin de que podamos hacer frente a otras necesidades de gasto.

Censuró a Viaño que renegociara la deuda con la Xunta. ¿Piensa que se puede revertir esa tendencia en el plan de financiación 2020-2024?
Hay que buscar una vía que permita hacer algo que están haciendo todas las administraciones: no ahorrar para amortizar deuda, sino pedir prestado lo que se va a amortizar y tener disponible esas previsiones para hacer frente a otras necesidades de gasto. Viaño también reconocía esta necesidad, que se debiera haber hecho ya hace cuatro años.

¿Cree que la Xunta es permeable?
Tenemos que hacer una propuesta razonada y sensata para tratar de convencer de que es el mecanismo que necesita la universidad. Confío en su buena disposición para llegar a un acuerdo.

También fue muy crítico con la política de personal de Viaño y aboga por la promoción y consolidación de la plantilla. ¿Habrá que hacer algún tipo de compensación en los presupuestos para afrontarlo?
Claro. Tenemos que elaborar un plan de personal que atienda a la estabilización y que también ponga las piedras para la renovación de la plantilla a medio plazo y el reequilibrio entre las distintas áreas de conocimiento. Tendremos que hacer las dotaciones en el presupuesto que soporten las necesidades financieras. Y hay que trabajar en ello en breve, porque el calendario arranca tras el verano.

Entonces podemos afirmar que hay dinero suficiente para aumentar el potencial del profesorado.
Tenemos que analizar la situación actual y pensar en el presupuesto del ejercicio siguiente. Hay que incorporar las rotaciones necesarias para sustentar ese plan en el marco general de refinanciación de la deuda y de otras actuaciones que llevemos a cabo.

Declaró que el Campus Terra debe recuperar la autonomía para decirle a la Xunta lo que quiere, sobre todo en cuanto a las nuevas titulaciones. ¿Va a haber alguna variación respecto a los nuevos grados?
Toda la universidad tiene que interiorizar esas propuestas, hacer suyas las que nos lleguen desde los centros. Como ese camino no se ha seguido antes, trataremos que hacerlo ahora y llevar esas propuestas adelante a través de los órganos de la universidad para que sean atractivas e interesantes y permitan incorporar alumnos.

¿Desde los centros le han indicado que quisieran otros grados?
El debate ha sido en gran medida sobre el propio procedimiento de toma de decisiones y la forma de llevarlo a cabo. En principio no tenemos ningún dato en esa dirección de cambios, pero sí tenemos que recomponer este procedimiento interno.

¿El plan estratégico del campus seguirá adelante? ¿Está bien enfocado o requiere modificaciones?
Son actuaciones donde cabe todo tipo de precisiones a medida que se va avanzando y se va disponiendo de recursos, viendo qué funciona, qué necesita más impulso, adaptando el plan a la situación de cada momento... pero siempre buscando lo mejor para ese proyecto, que debe integrar a todo el campus.

¿Qué plantea además frente a la caída de matrículas en Lugo?
Estas cuestiones exigen conocer toda la información desde dentro. Con todo, además de los grados tenemos un tema importante: los másteres, que es un problema de la USC en su conjunto. Se trata de tener una oferta atractiva para que puedan continuar estudiando nuestros graduados y los de otras universidades. Debemos pensar en poner en marcha la definición de nuevos másteres y buscar nuevos recursos para hacerlos competitivos con prácticas en empresas, actuaciones de inserción laboral...

La Xunta apuesta fuerte por la Formación Profesional. ¿Se están menoscabando los estudios universitarios?
Potenciar la FP era una asignatura pendiente. Ambas ofertas son perfectamente compatibles, no somos rivales. Y hay que poner las dos a disposición de los estudiantes para que cada quien se oriente hacia donde crea más oportuno. Nosotros tenemos que demandar a la Administración los recursos suficientes para que la formación universitaria sea de calidad.

Potenciar la Formación Profesional era asignatura pendiente. Es una oferta compatible con la universidad, no somos rivales

¿La universidad se está adecuando bien a las exigencias del mercado?
Aquí es muy importante acertar con la oferta de estudios. Aunque nuestras titulaciones siempre han de tener en cuenta la conexión con la demanda social, los estudios de grado siempre van a conservar una formación más generalista, mientras que la especialización con mayor orientación a una inserción laboral quizás le corresponda más a los másteres, cuya oferta a lo mejor tiene que ser más flexible para adaptarse a las necesidades de los estudiantes y la sociedad.

Hay quien dice que hay un exceso de universitarios.
No estoy de acuerdo. La USC llegó a tener 42.000 estudiantes hace 20 años y ahora hay unos 25.000. Y aunque la crisis haya afectado a la inserción laboral de todos, la formación universitaria sigue siendo, con matices entre titulaciones, un aval para acceder a mejores condiciones profesionales.

En este contexto, ¿en qué lugar quedan las carreras y la labor investigadora en Humanidades?
La universidad no puede actuar solo pendiente de las leyes del mercado. Hay una investigación más aplicada con mayor proyección hacia el tejido empresarial, pero nunca se puede renunciar a la investigación básica que, al final, es la que está detrás de muchas aplicaciones de otras investigaciones. Y lo mismo en la formación. Hay títulos de menor inserción laboral pero que deben existir pensando en nuestra sociedad, a la que tenemos que servir.

¿Que el rector proceda de Ciencias Sociales significa una diferencia?
Cada uno lleva implícita una cierta sensibilidad hacia lo que conoce y le es más próximo, pero, venga de donde venga el rector, va a tomar decisiones que beneficien a la universidad en su conjunto.

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