Es hijo de ganaderos, estudió Empresariales, parecía predestinado a dedicarse al sector agroalimentario.
Siempre he sentido una honda conexión con el sector y no sé si ha sido heredado o aprendido. Ser hijo de ganaderos y trabajar desde niño en la ganadería, ha sido muy inspirador y me ha ayudado mucho a lo largo de mi actividad profesional, conocer cómo piensan, el trabajo, el esfuerzo, la constancia, el espíritu de superación y mejora, son valores que los que procedemos del medio rural conocemos muy bien. É o día a día.
Hace 40 años fue uno de los primeros socios de una cooperativa en su Taboada natal. ¿El cooperativismo es el modelo más adecuado para el desarrollo del rural gallego?
Si de joven creía ya en este modelo, estos casi 40 años de trayectoria vinculado al cooperativismo agroalimentario me han demostrado que esta es una buena herramienta para lograr el desarrollo rural. Este modelo ha permitido avanzar a los ganaderos, pero al mismo tiempo lleva parejo el desarrollo de oportunidades en la zona. En nuestro caso, por ejemplo, empleamos a más de 315 personas todo el año, al margen de los empleos indirectos y temporales que se generan. El cooperativismo, aunque siempre haya aspectos que mejorar, es la vía para avanzar y generar oportunidades en el rural.
¿Cuál es el secreto para que Aira sea una de las principales cooperativas agroganaderas de Galicia?
Hay muy poco de secreto y mucho de trabajo, esfuerzo y compromiso diario por todos los estamentos de la cooperativa: socios, trabajadores, directivos… También más aciertos que errores a la hora de definir y aplicar las principales líneas de actuación. La cooperativa, además de una herramienta para el desarrollo y valorización de las actividades ganaderas de los socios, también es un sentimiento.
En los últimos 6 años hemos invertido más de 35 millones de euros en las áreas de producción, servicios y transformación
Aira es el resultado de la fusión o absorción de varias cooperativas. ¿El pez grande se come al chico?
En Aira no lo vemos así. Aira es el resultado de un proceso de integración —casi 30 sociedades— en el que hemos puesto especial atención en atender las necesidades de los socios y socias. Trabajamos con el espíritu de una pequeña cooperativa que busca mantenerse próxima a los socios. Tener un mayor tamaño nos permite afrontar proyectos ambiciosos, como la fábrica de leche de Melide, que de otra manera sería muy difícil, y de forma paralela a estas iniciativas seguimos destinando una importante cantidad de recursos a ofrecer servicios de proximidad a las ganaderías.
Producen leche, fabrican pienso, comercializan quesos y productos lácteos, tienen supermercados..., ¿qué les queda por hacer?
Siempre tuvimos claro que queríamos mantenernos próximos a las necesidades de nuestros socios y creo que nos hemos mantenido fieles a ello. Por eso, buscamos cubrir las necesidades que tengan en sus ganaderías e incluso abarcar otros servicios que puedan ser de utilidad en su día a día, además de ofrecer una vía de comercialización para sus productos. Aira desarrolla su actividad en torno a tres ejes: en primer lugar la comercialización e industrialización de las producciones de las ganaderías; leche (fábrica de Melide y participación en otras), carne, productos hortícolas; en segundo lugar produciendo y comercializando los productos necesarios para las producciones de las granjas: piensos (fábricas de Taboada y Sarria), insumos para la ganadería (15 centros de distribución), supermercados, tienda agraria, gasolineras…; y por último ofrecemos una amplia gama de servicios: maquinaria, carros mezcladores, servicios técnicos veterinarios y agronómicos, asesoría y seguros, entre otros. El área de servicios emplea entorno al 50% de los trabajadores de Aira.
¿En qué proyectos está inmersa?
En Aira seguimos apostando por la transformación y comercialización de la producción láctea. En los últimos 6 años hemos invertido más de 35 millones de euros en las áreas de producción, servicios y transformación.
Preocupa la falta de mano de obra y de relevo generacional
Se hace hincapié en la digitalización de las empresas para que sean más competitivas, ¿apuestan por ese proceso?
Llevamos años apostando de forma decidida por la digitalización, indispensable para seguir avanzando. Lo hemos hecho en la gestión de la cooperativa con un equipo de TIC que ha desarrollado distintos programas que han permitido la digitalización de procesos internos. Pero además somos muy conscientes de que las ganaderías y explotaciones están inmersas desde hace años en un proceso intenso de digitalización y desde este mismo departamento de TIC estamos empujando varios proyectos, solos y en colaboración con otras entidades, tanto para cumplir con las nuevas disposiciones como para registrar y analizar los datos para la optimización de los procesos de calidad, trazabilidad y producción en toda la cadena. De la granja a la mesa.
¿A qué problemas se enfrentan?
Uno de los principales problemas es la falta de mano de obra y de relevo generacional en las granjas. El sector lácteo tradicionalmente ha sufrido una falta de rentabilidad que ha reducido muy significativamente el número de ganaderos y pone en peligro la supervivencia de cooperativas y empresas lácteas. Además, tenemos una cadena de valor muy tensionada que genera poco valor para el producto, que unido a los desarrollos normativos causa mucha incertidumbre. La vertebración sectorial será fundamental si queremos asegurar el futuro de las familias y las empresas del sector.
¿Qué salud tiene el sector?
Es uno de los motores de la economía lucense, como prueban las importantes ganaderías e industrias que lo conforman y trabajan cada día de forma eficiente para seguir siendo competitivas. Si el campo no produce y la industria no transforma, ¿qué comemos? Galicia cuenta con grandes profesionales, empezando por las ganaderías, que han hecho esfuerzos titánicos por mantenerse siempre ofreciendo lo mejor a sus animales y trabajando de una forma sostenible y acorde con las exigencias del mercado y de las normativas, como las industrias que han creado oportunidades en la comercialización de la leche gallega. Es un sector con futuro, construido a base del esfuerzo y la profesionalidad.
El campo es una alternativa laboral y vital con futuro
¿Qué supone el reconocimiento como Lucense del Año?
Como lucense orgulloso de mi tierra me hace especial ilusión este reconocimiento, pero no lo recibo como un premio personal, sino a lo que representa mi trayectoria y por extensión al rural gallego, al sector y al modelo cooperativista, con los que he estado vinculado toda mi vida. Reconocimiento que comparto con todos los compañeros y compañeras que me acompañan en la tarea diaria de crear valor para este sector agroalimentario cooperativo tan importante para el desarrollo rural de Galicia y para Lugo en particular.
¿Cómo convencería a los que la dureza del trabajo disuade de ver en el campo una alternativa laboral y vital?
El campo es una alternativa laboral y vital con futuro si resolvemos las incertidumbres que le acechan (crisis de precios, despoblación...) Durante muchas generaciones se buscaba que los hijos e hijas no continuasen en el campo por su dureza, pero hoy en día ser ganadero o productor es una alternativa con futuro y nos lo están demostrando los jóvenes que deciden quedarse en el campo, cada vez más preparados y apostando por una producción sostenible y eficiente.