Curiosidad y prisas en el primer día del Centro de Nuevas Tecnologías

Las instalaciones abrieron este lunes al público, pero hubo más consultas y visitas que usuarios ► Aún está por diseñar el reglamento de uso, que se irá definiendo en función de la demanda
Visitantes ante los restos musealizados en el Centro de Nuevas Tecnologías
photo_camera Visitantes ante los restos musealizados en el Centro de Nuevas Tecnologías

El Centro de Nuevas Tecnologías abrió este lunes al público y en sus primeras horas traspasaron su puerta más curiosos que usuarios. A las doce de la mañana, alrededor de una decena de personas se habían pasado por el edificio rehabilitado de la Praza Ánxo Fernández Gómez para echar un vistazo y saber qué servicios podían obtener en él. "Mi hija está haciendo el proyecto fin de carrera y vengo a preguntar si podría hacerlo aquí. En casa tenemos ordenador, pero no siempre va todo lo rápido que le gustaría. Me dicen que sí podría y que hay gente que le podría ayudar con los programas", cuenta María Fernández, que hizo un alto en su recorrido de recados para aclarar sus dudas. 

Según Carlos González, trabajador de la empresa Soluciones PC Light, a la que le han encomendado las labores de atención al público y orientación al usuario, una de las cuestiones que ha despertado más interés es saber cuál será la oferta formativa y cuándo comenzará a impartirse. Rogelio Gude fue uno de los que se acercó al nuevo centro con este objetivo. Ya jubilado, le interesa seguir aprendiendo a manejarse con el ordenador. "Yo sé un poco, pero quiero saber si dan clases de informática para aprender más. A veces voy a Ramón Ferreiro (a la Biblioteca Provincial) y ahora podré venir aquí. Me parece una iniciativa muy buena", apunta. 

La oferta de formación tendrá que esperar aún unos días, según Carlos González, que aclara que algunos se pasaron también por el placer de observar los restos de la cimentación de la basílica romana –edificio que albergaba la estructura administrativa y económica del gobierno de la ciudad–. 

DETALLES. Las primeras visitas corrieron a la par que el trabajo de los técnicos para completar la puesta a punto de los equipos, pues con las prisas de la inauguración algunas tareas aún no se habían podido hacer. Faltaba, por ejemplo, blindar los ordenadores para impedir que los usuarios puedan descargar en ellos software o material y, con ello, virus indeseados. 

También faltan por establecer cuestiones reglamentarias, tal y como reconoció la concejala de concello y ciudadanía, Rosana Rielo, que estuvo supervisando la apertura del centro. En principio, no se permitirá imprimir documentos porque para eso están las copisterías. Tampoco está establecido todavía el tiempo máximo de uso, por lo que por el momento no está limitado. Otra cuestión crucial es la edad mínima de los usuarios, puesto que hasta los catorce años los padres son los responsables de sus actos, por lo que por debajo de esa edad se les puede exigir que acudan con sus progenitores. 

Muchas de las cuestiones pendientes se irán definiendo en función de los usos y la demanda, según indicaron sus responsables. 

Los ordenadores de la primera planta se destinarán a uso libre, mientras que los de la segunda quedarán para formación. Además de aplicaciones básicas, se cuenta con 8 licencias de Photoshop y 2 de Autocad y una biblioteca especializada en nuevas tecnologías en la que se pueden tomar libros prestados.

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