Un cura viene una vez al mes a Lugo desde Toledo a misar en latín y de espaldas

La capilla del Carmen acoge este tipo de liturgia, que se mantuvo durante cuatro siglos, desde el Concilio de Trento hasta el Vaticano II

Fieles en la misa mensual tridentina que se celebra en la capilla del Carmen. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Fieles en la misa mensual tridentina que se celebra en la capilla del Carmen. VICTORIA RODRÍGUEZ

Un sacerdote destinado en Toledo, aunque con orígenes en Moaña (Pontevedra), José Manuel González Alfaya, está acudiendo cada mes a Lugo para oficiar la que se conoce como misa tridentina. Es decir, la misa que la Iglesia católica celebró durante cuatro siglos, desde 1570 a 1962, íntegramente en latín y con el cura oficiando de espaldas a los fieles y de cara al altar. Este tipo de celebración se llevó a cabo en las iglesias desde el Concilio de Trento —de ahí el nombre de tridentina— hasta la celebración del Concilio Vaticano II, que decidió el fin de este formato de misa, pasando a decirse en la lengua propia de cada lugar y con el cura hablando de frente a sus fieles.

La iniciativa es pionera en Lugo y una de las pocas que se llevan a cabo en el resto del país y surgió a petición de un grupo de fieles de distintas parroquias como San Pedro, A Nova y Franciscanos, que deseaban recuperar la tradición.

"Hacemos esta misa siempre el segundo sábado de cada mes. Los únicos meses que no se celebra son julio y agosto. El resto del año venimos cada mes. Esta idea surgió de la inquietud que sentimos un grupo de fieles por recuperar este tipo de liturgia y que incluso llegamos a ir a Madrid para poder presenciar este tipo de misa. Fue entonces cuando comenzamos a pensar en celebrarla en Lugo y, tras pedir permiso al obispo, Alfonso Carrasco Rouco, contactamos con un sacerdote que está en Toledo y que viene a oficiar a Lugo", explica David, uno de los fieles que defiende este tipo de celebración.

Este sábado no fue una excepción. Como segundo sábado del mes, las puertas de la capilla del Carmen —cuyas llaves custodia este grupo de fieles— se abrieron ya a las cinco y media de la tarde para el rosario y la confesión. Media hora después, se celebró la misa tridentina. "Los que venimos a esta misa somos de Lugo pero también acuden creyentes de otras partes de Galicia como, por ejemplo, de las diócesis de Santiago y de Vigo-Tui", afirma David.

La mayoría de las misas fueron oficiadas por José Manuel González Alfaya, destinado en la parroquia de Santo Tomé en Toledo. En ocasiones, fue relevado por otros compañeros suyos, de la misma diócesis y también con origen gallego. "También ofició, en una ocasión, un sacerdote de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol", apunta David.

IMPLANTACIÓN. La primera misa en la capilla del Carmen en latín y con el cura y los fieles mirando hacia el oriente —"ad orientem", como se la conoce en términos litúrgicos— se produjo hace dos años. Una vez que este grupo de fieles contó con el beneplácito del párroco de San Pedro —donde está adscrita la capilla— y del obispo, la misa se celebraba trimestralmente, también el segundo sábado de cada mes. "Lo que venía a ser en marzo, junio, septiembre y diciembre", aclara David.

Sin embargo, el éxito de esta liturgia llevó a que, al final, se implantase todos los meses menos en verano, aprovechando el permiso que dio el papa Benedicto XVI de celebrar la antigua misa que, según él, nunca fue sustituida.

Comentarios