Cuenta atrás para fijar impuestos en Lugo

La corporación vuelve a reunirse este martes para intentar cerrar las tasas del año 2016, que son importantes para el bolsillo del ciudadano y cuyo trámite dice mucho de la situación política. El edil de Ace acudirá al juzgado a declarar tras denunciar irregularidades en el PXOM
Obras de la ataguía paradas en el Miño
photo_camera Obras de la ataguía paradas en el Miño

El pleno municipal volverá a reunirse este martes para intentar un acuerdo sobre las tasas e impuestos que aplicará el Ayuntamiento el año próximo. Los tiempos empiezan a apremiar, porque tener listas las ordenanzas fiscales es el paso previo para que el gobierno pueda lanzar sus presupuestos. 

Pero, a un día del pleno, está por ver aún si el gobierno local logra sacar adelante su propuesta de tasas. La semana pasada todo parecía indicar que había acercamientos políticos que podían facilitar un acuerdo y, sin embargo, la oposición bloqueó incluso el intento del gobierno de debatir el proyecto fiscal. 

Para el gobierno sería un éxito -después de tropiezos significativos en sus negociaciones con la oposición- sacar adelante unas ordenanzas que, básicamente, apuestan por dejar como está el Impuesto de Bienes Inmuebles, el más importante que pagan los ciudadanos. 

Se han hecho algunos gestos para que empiecen a pagar más por ese impuesto los propietarios de edificios de gran valor que generan rendimientos económicos, pero no ha habido pasos efectivos para conseguir lo que era un reto marcado desde algunos grupos opositores, como la imposición a la Iglesia del pago del impuesto por aquellas propiedades que generan beneficios económicos. 

Más allá de esos debates -que tienen mucho calado pero que el ciudadano de a pie no siente que le toquen directamente el bolsillo aunque en el fondo sí lo hagan- , las ordenanzas van a influir en muchas cosas. Sectores de la construcción implicados sobre todo en la rehabilitación están pendientes, por ejemplo, de las tasas que se aplicarán por cuestiones como la colocación de andamios. El gobierno ha propuesto una rebaja que, aunque no satisfaga completamente a todo el sector, es un paso que notarían los propietarios que se decidan a hacer una obra. 

Los hosteleros son otro de los colectivos pendientes del acuerdo político sobre las tasas, en su caso por el canon a pagar por las terrazas. Son ejemplos del alcance que pueda tener a pie de calle que haya o no acuerdo político sobre esa materia. 

El urbanismo, en el juzgado. La gestión hecha en Lugo en los últimos años está bajo la lupa de los juzgados desde hace tiempo y en las últimas semanas se han activado las dudas sobre el PXOM después de que el concejal de Ace denunciara que se expuso al público un avance del plan general al que no se habían incorporado los cambios reclamados por la Xunta. El concejal de esa formación, Carlos Portomeñe, está llamado a declarar esta semana y de esa comparecencia puede depender en buena medida el futuro judicial del asunto. 

Campaña electoral. El jueves arranca la campaña electoral, en la que Lugo lleva inmersa de facto, como todo el país, muchas semanas. Los partidos empezarán a enseñar todas sus bazas para una liza que tiene en esta ocasión mucho de novedosa por el papel que pueden jugar los partidos emergentes. 

Intervención en el río. Esta semana seguirá coleando también la obra autorizada en la fábrica de la luz, para cuya ejecución se empezó a construir una ataguía -ahora paralizada- que ha provocado alarma ciudadana por su impacto. Las obras están suspendidas de momento, pero la empresa promotora aún puede intentar legalizar la construcción de ese dique, cuya ejecución se ha interrumpido únicamente porque se ha levandado unos 150 metros más arriba de lo autorizado por la Confederación Hidrográfica. 

Para este lunes, a las 19.30 horas ante el edificio de Obras Públicas en la Ronda da Muralla, hay convocada una nueva cooncentración de protesta. 

Pero en Lugo, más allá de la alarma desatada por esa intervención en el río, se mantiene un estado de perplejidad general por el hecho de que se permitiera esa obra en la fábrica de la luz y, en cambio, no se autorizara la construcción de la playa fluvial. La situación ha dado pie a que se ponga en cuestión la gestión que hizo la Diputación para lograr permiso para el espacio de receo y todo apunta a que ese será un nuevo foco de reproche político. 

Vuelve Teresa Romero. Teresa Romero, la enfermera oriunda de Becerreá de la que estuvo pendiente medio país cuando se convirtió en la primera persona contagiada de ébola fuera de África, vuelve esta semana a Lugo. Está previsto que Romero acuda el próximo día 5 a Becerreá a recoger el título de hija adoptiva que acordó concederle el ayuntamiento de esa localidad de la montaña lucense.

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