Se cuela en casa de su ex en Lugo tras romper una ventana y la ataca a ella y al novio

Agredió a la pareja con los cristales rotos y fue arrestado por dos agentes fuera de servicio
Fachada de la comisaría de la Policía Nacional de Lugo. SEBAS SENANDE (AEP)
photo_camera Fachada de la comisaría de la Policía Nacional de Lugo. SEBAS SENANDE (AEP)

Un lucense se coló el pasado viernes en el domicilio de su excompañera sentimental y atacó a la joven y al actual novio de la chica. Los gritos de la pareja pusieron en alerta a los vecinos, muchos de los cuales salieron de sus viviendas para averiguar lo que estaba sucediendo y pedir ayuda.

El supuesto agresor acudió a la vivienda de su ex y llamó a la puerta, pero no le abrieron, por lo que comenzó a golpear con fuerza las ventanas, hasta que consiguió romper un cristal. Acto seguido, accedió al interior de la casa -una vivienda unifamiliar- y se lio a golpes con la chica y con su actual pareja, que intentó defenderla del ataque de la expareja.

El hombre llegó a recoger del suelo varios cristales de la ventana rota y los utilizó para atacar a la mujer. Al parecer, en el transcurso de la pelea, llegó a provocarle varios cortes en varias zonas del cuerpo, aunque todos ellos fueron de carácter leve y la vida de la víctima no llegó a correr peligro como consecuencia de esas heridas.

Tras el ataque, el agresor salió de la vivienda y se marchó corriendo del lugar, pero dos agentes de la Policía Nacional fuera de servicio, que pasaban en ese momento por la zona, escucharon gritos y vieron al hombre corriendo, por lo que comenzaron a perseguirlo y le pidieron que se detuviera. El hombre hizo caso omiso de las indicaciones de los dos policías, pero estos finalmente lograron alcanzarlo y lo retuvieron hasta que llegó otra patrulla y procedió a su arresto. Los dos agentes que dieron alcance al presunto maltratador se encuentran destinados fuera de Lugo, uno de ellos en Galicia y el otro fuera de la comunidad autónoma.

El detenido explicó en comisaría que había salido de fiesta y que, al regresar a su casa, se había encontrado a su novia con otro hombre. Sin embargo, la chica desmintió totalmente esta versión y explicó que hacía ya varios meses que no eran pareja y que el agresor ya no residía en ese domicilio. Además, los agentes comprobaron que el hombre arrestado ya tenía antecedentes por malos tratos y por otro tipo de delitos.

PULSERA. El hombre, natural de Lugo, fue puesto a disposición del juzgado de Instrucción numero 1 de la capital lucense, que se encontraba realizando funciones de guardia. Tras escuchar su testimonio y comprobar sus antecedentes, la jueza decretó su puesta en libertad con cargos, pero acordó que le colocaran una pulsera de alarma para hacerle un seguimiento y comprobar que no se vuelva a aproximar a la víctima.

Estos dispositivos se le colocan al maltratador en sede judicial o policial y se configuran incorporando al sistema información detallada del alejamiento. Una vez grabados los datos, se le entrega un dispositivo a la víctima.

Para determinar la proximidad del inculpado a la víctima se emplea la tecnología GPS, que proporciona las coordenadas exactas donde se encuentra el dispositivo en cada momento, siendo el margen de error menor de 5 metros. Si este sistema falla, se utiliza el posicionamiento por GSM y, si también falla, se emplea el posicionamiento por radiofrecuencia. El sistema detecta además si el agresor intenta quitarse el brazalete o inutilizarlo.

De este modo, la víctima y la Policía saben en todo momento si el agresor vulnera el alejamiento.